Las décadas de los noventa y los primeros dos mil fueron una época de gran proyección mediática para muchos jugadores del fútbol patrio, que han quedado fijados en el imaginario colectivo popular desde entonces. Uno de ellos, Fernando Morientes, parte del Real Madrid durante varias temporadas muy dulces para el club y considerado uno de los mejores rematadores del balompié español. Tras retirarse en 2010, el cacereño sigue muy vinculado al deporte, como comentarista y embajador de La Liga, facetas que compagina con su vida personal y familiar. En esta última ha habido novedades recientes: Morientes y su mujer, Victoria López, han celebrado veinticinco años de casados. Y han mostrado en redes varias imágenes de la celebración de sus bodas de plata, en las que han renovados sus votos.
Siete temporadas militó el delantero centro con los merengues en su primera etapa, entre 1997 y 2003 (volvería fugazmente en la 2004-2005), que coincidieron con los años de mejor rendimiento y mayor éxito de su carrera, con tres Ligas de Campeones a sus espaldas y casi cincuenta internacionalidades con la selección española. Tras jugar en otros equipos desde 2005, en 2010 colgó las botas. Pasó entonces a ser entrenador, y a comenzar su actual labor como comentarista deportivo y su vínculo con la liga española.
En lo personal, Fernando forma pareja desde hace muchos años con Victoria. Ella fue su novia de toda la vida, y hace dos décadas y media ambos decidieron pasar por el altar en una boda celebrada el 23 de diciembre de 1999 en la iglesia de San Juan de los Reyes de Toledo y a la que concurrieron muchos nombres del madridismo de la época, como Raúl González, con quien formó un mítico tándem atacante durante años, Fernando Hierro, Manolo Sanchís o el entonces presidente del club, Lorenzo Sanz. El matrimonio ha formado una familia numerosa con los nacimientos de Nando, Lucía, Gabriela y Martina. Todos ellos, salvo la benjamina, son mayores de edad y el primogénito, de hecho, sigue los pasos de su padre en lo deportivo.
Ayer se cumplieron, por tanto, veinticinco años del enlace entre Morientes y López. Una ocasión, la de sus bodas de plata, que ambos han querido celebrar con un acto importante: la renovación de votos matrimoniales. Gracias a las redes sociales de ambos, así como las de algunos de los invitados al evento, hemos podido comprobar cómo trascurrió el mismo, rodeados de sus cuatro hijos y acompañados de gente de su entorno más próximo. La celebración contó con todo tipo de detalles, desde la tradicional ceremonia a la fiesta posterior, con música, bebida, baile y photocall.
Para la ocasión, Victoria escogió un vestido en color salmón, con escote barco, mangas abullonadas, detalles bordados en la parte frontal y cola a juego, que complementó con un ramo de flores blancas. Fernando optó por un traje negro, con camisa blanca y pajarita oscura. Sus cuatro hijos combinaron sus looks con los de sus padres: el mayor vistió de traje negro como el delantero y las tres pequeñas lucieron vestidos de estilos diferentes pero todos en color negro también.
La mujer del exmadridista quiso, además, dedicarle unas palabras a su marido en uno de los carruseles que subió a su perfil de Instagram recopilando imágenes de la velada. "Veinticinco años juntos, construyendo un amor que crece cada día. Mi compañero/a de vida, mi mejor amigo/a, mi todo. Por siempre el amor de mi vida". Las publicaciones en redes que ha compartido la pareja en sus historias, se puede comprobar que a las bodas de plata acudieron nombres conocidos como la presentadora María Gómez o la mujer de Raúl, Mamen Sanz.
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