Fue el 10 de septiembre de 2016 el día elegido por Aida Doménech, más conocida como ‘Dulceida’ en las redes sociales, y Alba Paúl. Ambas sorprendían a todos y decidían sellar su amor en una idílica ceremonia en la playa, rodeadas de sus personas favoritas. El acontecimiento se convirtió en uno de los más importantes del año y la joven mostró a sus millones de seguidores cómo habían sido los preparativos, cómo se había producido la elección del vestido y sus sentimientos y sensaciones.
Cuando Aída y Alba se conocieron años antes de la boda. Aída, que acababa de salir de una relación, fue invitada a la inauguración de una tienda de ropa a la que también estaba Alba. En ese momento, la joven ya acumulaba una cantidad importante de seguidores en redes sociales. Según confesaron ellas misma más tarde, lo suyo no fue amor a primera vista, pero con el tiempo todo fue cogiendo forma.
Poco después volvieron a coincidir en una fiesta con amigas. En aquel momento, Alba pensó que la bloguera era una ‘estirada’, pero ambas decidieron dejarse llevar tras un apasionado beso. “A mi toda la vida me han gustado los chicos, hasta que de repente, porque sí, noté ese hormigueo que sientes cuando ves a alguien. No tengáis miedo y dejaros llevar”, confesó Aída a sus seguidores. Amsterdam fue el primer destino que visitaron juntas, pero luego se sucedieron otros más exóticos, como el Caribe o Las Maldivas.
Fue en 2016 cuando Alba aprovechó uno de los festivales que organiza su chica durante el verano, el Dulceweekend, para pedirle matrimonio. Su cómplice fue el cantante Carlos Sadness y las cámaras del programa Quiero Ser fueron testigos de todo. Ella dijo que sí y ahí comenzó la celebración. Dos meses más tarde, ya estaban pasando por el altar. El escenario elegido fue una playa de Barcelona, donde reunieron a todos sus familiares y amigos. Un lugar idílico decorado con flores, toques rústicos y telas blancas.
La influencer lució dos trajes de Ze García. El primero de ellos estaba diseñado en palabra de honor, dejando al descubierto su espalda y culminaba con una importante falda con larga cola. El segundo traje, del mismo diseñador, lo dejó para cuando ya había caído la noche. Este tenía un pronunciado escote trasero y cola, pero era visiblemente más cómodo para ese momento de fiesta. Por su parte, Alba se decantó por un traje de chaqueta y pantalón del mismo diseñador.
La ceremonia estaba presidida con un rústico altar improvisado, donde el actor Javier Calvo y el cantante Carlos Sadness esperaban a las novias. ‘Sí, para siempre’, fueron las palabras que Alba dedicó a su mujer. Una vez ya casadas, ambas caminaron de la mano bajo una lluvia de pétalos y frente a sus invitados que le hicieron el paseíllo. A pesar de la repercusión de la pareja, la boda fue de lo más íntima y solamente reunió a los familiares y amigos más cercanos. Para la fiesta, ambas se decantaron por seguir con la estética informal y playera y posaron frente a la piscina. Como ya hemos comentado, el vestido de Aída era más informal, donde reinaban las transparencias y el croché.
A su llegada, los invitados esperaron a las novias cantando y bailando. Fue Tous quien firmó todas las joyas que llevaron las novias en su enlace. Además, antes de entregarle el ramo, Álex Doménech le leyó a su hermana unas palabras que hicieron que se emocionara, tal y como ella compartió en sus redes sociales. Para un momento tan especial, la influencer contó con un servicio profesional de fotografía y, así, luego, pudo compartir las instantáneas a través de su perfil de Instagram.
Otra de las protagonistas de la boda fue la madre de Aída, Anna Pascual, que también es muy activa en redes sociales. Además, Anna está muy unida a su hija y ambas tienen proyectos profesionales juntas. Tras el enlace, tanto Aída como Alba decidieron tomarse un día de relax y, por eso, se fueron a un spa y disfrutaron de un plácido masaje.