España se sitúa entre los diez países de la Unión Europea en donde más matrimonios se rompen, donde unas 100.000 parejas terminan separándose cada año. En torno a los 45 años se estipula la edad en la que se decide poner punto y final a una relación de años tras haber pasado por el altar. Parece que el amor no triunfa, pero lo cierto es que lejos de tanta ruptura sentimental, muchas parejas siguen en pie, cumpliendo años de casados y, por tanto, los aniversarios tan deseados y especiales. Pero, ¿cuándo es cada uno? ¿Cuánto tiempo tiene que pasar para celebrar las bodas de diamante?
Lo primero que hay que saber es que cada año de casado tiene su aniversario, por ejemplo, el primer año son las bodas de papel el primer lustro las de madera y la primera década las de aluminio. Pero más allá de todas estas, que no dejan de ser especiales porque significa cumplir un año más de amor junto a tu pareja, hay algunas muy señaladas que son las más especiales y a las que se desea llegar con más ganas. Pero ojo, porque tendrán que pasar muchos años para hacer esas grandes celebraciones.
Las piedras preciosas o los metales más preciados son los que marcan las fechas más señaladas. Si nos fijamos en la clasificación olímpica, las bodas de bronce marcan ese primer aniversario reseñable tras cumplir ocho años de casados, aunque la verdadera celebración llega cuando se cumplen 25 años. En ese momento se celebran las bodas de plata, el primer cuarto de siglo desde que la pareja se dijo el sí quiero. Un ejemplo de ello es la fiesta que el cantante Antonio Carmona y su mujer Mariola Orellana, representante de artistas, montaron para celebrar esos primeros 25 años de amor y que celebridades como Elena Furiase o Yolanda Ramos no se perdieron por nada del mundo.
El tiempo continua y al cumplir los 30 están las bodas de perla y al llegar a los 40, todo un logro, se celebran las bodas de rubí y, cinco años después cuando se cumplen 45 años de casados, las de zafiro. Pero las verdaderamente importantes en este periodo son las bodas de oro, cuando se cumple medio siglo desde la boda que unió a la pareja. 50 años de casados es algo que muy pocos pueden llegar a celebrar, más aún si cada vez se retrasa más la edad por la que se pasa por el altar.
Pero de lo que no cabe duda es que llegar a cumplir los 50 años de casados es digno de celebración y, como no, también de algún regalito entre la pareja. Algunas ideales fantásticas para rememorar aquella celebración es renovar los votos en un entorno diferente al que se tuvo en la boda, por ejemplo con una ceremonia en la playa o en ese lugar tan especial donde la pareja guarda grandes recuerdos. Y para los más fiesteros, siempre se puede hacer una reunión con los familiares y amigos más cercanos para conmemorar que el amor puede triunfar.
Tras las bodas de oro todo cambia, ya que la tradición marca que los aniversarios se celebran cada cinco años. Por ello, cuando se cumplen los 55 años de casados llegan las bodas de esmeralda y, cinco años después las esperadas bodas de diamante. Si llegar a 50 años de casados es una tarea complicada, alcanzar los 60 ni te contamos, aunque no es imposible. El diamante refleja la firmeza y el triunfo del matrimonio tras pasar prácticamente toda una vida juntos.
Pero no todo acaba aquí, los aniversarios continúan, ya que a los 65 años se celebran las bodas de platino, una celebración cada vez más complicada, pues para llegar a ella la pareja habrá tenido que casarse muy joven, pero de lo que no cabe duda es que, como en las demás, este aniversario se merece una celebración, ya sea una fiesta, una renovación de votos o ese viaje especial que nunca hicieron.
Y las celebraciones continúan, a los 70 llegan las bodas de titanio, a los 80 las de roble, a los 90 las de granito y ojo, al llegar a los 100 las de hueso, que parece ser que por ahora nadie ha logrado celebrarlas, aunque en 2016 el Forano y la Forana, las esculturas cabezudas más famosas de Zaragoza, celebraron sus bodas de hueso por esos 100 años de matrimonio ante una plaza abarrotada.
Aunque a algunos se les rompa el amor, que diría Rocío Jurado, otros muchos consiguen mantenerlo en pie y celebrar las bodas de plata, las de oro o incluso llegar hasta las de diamante. Todo un logro que da esperanza a las parejas para seguir cumpliendo años de casados.