Harald de Noruega es el hijo menor Olaf V y Marta de Suecia. Con su nacimiento se convirtió en el primer príncipe que había venido al mundo en Noruega desde Olaf IV en 1370. En junio de 1990, cuando la salud de su padre ya era delicada, comenzó a desempeñar la regencia. Así, un año más tarde se convirtió en el rey Harald V, jurando la Constitución ante el Parlamento.
Durante la Segunda Guerra Mundial, tanto Harald como sus hermanas y su madre se marcharon hasta Pool Hill, un pueblo en Maryland, Estados Unidos. Fue ahí donde comenzó con sus estudios y donde aprendió inglés. Una vez que la contienda terminó, volvió a su país y se matriculó en el Colegio Catedral de Oslo, donde se especializó en Ciencias. Tras acabar esta etapa ingresó en la Escuela de Candidatos a Oficiales de Caballería y, más tarde, en la Academia Militar. Fue ahí donde adquirió el rango de General del Ejército de Tierra y Aire y el de Almirante de la Marina.
Desde muy joven, y al igual que su padre, se aficionó a diversos deportes, entre los que se encontraban la caza, el esquí, la pesca y la vela. Es por eso que llegó a participar hasta en los Juegos Olímpicos de 1964, 1968 y 1972, haciéndose con la Copa de Oro en los segundos.
Hasta el año 2012 fue el Jefe de la Iglesia de Noruega, hasta que esta entidad se desvinculó por completo de la corona. Además, también es presidente de la Asociación de Vela noruega y forma parte del Comité Internacional Yacht Racing Union.
Respecto a su vida personal, cuando todavía era muy joven, las reinas Ingrid de Dinamarca y Federica de Grecia organizaron un exclusivo baile donde acudieron varias familias reales. Entre los invitados, se encontraban Sofía de Grecia y sus hermanos, Constantino e Irene. También, asistió Harald. Según apuntaban todos los medios, de ese baile, al menos salían una o dos parejas. Por eso, todos las miradas se posaron sobre el príncipe de Noruega y Sofía de Grecia.
Más adelante, en 1960, volvieron a coincidir y se hicieron públicos algunos rumores sobre una posible boda. Ese mismo año, el príncipe fue invitado por la familia real griega a su casa de vacaciones en la isla de Corfú. En 1996, la reina admitió que ella había sentido esa presión por emparejarlos, pero que esa acción no había salido adelante. “El resultado del emparejamiento forzado fue nulo”, explicó.
Poco tiempo después, en 1968, Harald se casó con Sonia en la Catedral del Salvador de Oslo. Lo cierto es que llegar hasta el matrimonio no fue nada fácil, ya que ella no contaba con la aprobación por parte de los reyes, ya que no pertenecía a ninguna casa real ni a la nobleza. Es por eso que el rey Olaf intentó romper su noviazgo enviando a su hijo a estudiar Oxford. Mientras, Sonia estaba en Suiza. A pesar de todo, el amor se impuso y Harald anunció que, si no le dejaban seguir con su relación, renunciaría a sus derechos al trono.
Harald y Sonia, una vez celebrado su enlace, se convirtieron en padres de la princesa Marta Luisa de Noruega y el príncipe Haakon, quien es el heredero de Noruega. Este está casado con la princesa Mette-Marit, con quien tiene dos hijos; Ingrid Alexandra y el príncipe Sverre Magnus. La ley sálica ya no prevalece en el país, por lo que será Ingrid quien reine por detrás de su padre.