La coronación de Carlos III ha hecho que todas las miradas estén puestas en el monarca británico que, ahora, tras las celebraciones multitudinarias, ya puede relajarse y continuar con las labores propias de su reinado.
Estos festejos estuvieron marcados por la personalidad del nuevo rey, que buscaba que fueran mucho más sobrias que las organizadas por su madre, Isabel II. Unas ceremonias solemnes y respetuosas con las tradiciones, pero con un toque más actual y un poco más económico.
Porque esto forma parte de la personalidad del Rey, es un hombre preocupado por el respeto y conservación del medio ambiente, pero también es ahorrador, gracias a eso y a un buen ojo para los negocios, ha conseguido duplicar la fortuna de su madre.
Así lo publicó el Sunday Times, que estima la fortuna de Carlos III en 600 millones de libras (unos 650 millones de euros) y el año anterior estableció que la de Isabel II era unos 370 millones de libras. Parte de la fortuna del nuevo Rey le ha llegado a causa de la herencia recibida por sus padres, no podemos olvidar que Felipe de Edimburgo fallecía en abril de 2021. En septiembre de 2022 tenía que darle el último adiós a su madre, la Reina.
Ambos testamentos son privados, por lo que se desconoce cuanto dinero ha obtenido en ellos o cómo se han repartido sus fortunas.
Gran parte de la fortuna personal del Rey es gracias a su espíritu ahorrador. A lo largo de su vida ha ido guardando gran parte del dinero que ha ido recibiendo, lo que le ha supuesto una gran fuente de ingresos que le llegaban de sobra para cubrir sus gastos.
A pesar de tener que mantenerse, siempre ha lucido ropa de calidad, pero que ha ido adquiriendo a lo largo de los años, algo que ha podido hacer gracias a su estilo clásico y a mantener una talla parecida. Siempre se le ha conocido por mantener un estilo de vida sencillo y, según recoge el artículo, también se le conoce por “ser muy meticuloso con apagar las luces”.
Esta decisión la tomó, según publican en el Times y recogen en Vanity Fair, tras su divorcio de Diana de Gales, cuando el acuerdo de separación decretó que la princesa recibiría 17 millones tras la separación, lo que hizo que el entonces príncipe Carlos se volviera “cauteloso” con sus finanzas.
Esto lo ha revelado un antiguo asesor de Carlos III, quien también ha comentado que el actual monarca fue ahorrando los beneficios obtenidos del Ducado de Cornualles, propiedades y negocios vinculados al heredero al trono y que ahora corresponden al príncipe Guillermo. El titular tiene derecho a llevarse una parte para sus arcas privadas.
Además de todo esto, ha sabido invertir en negocios que le han reportado beneficios y, hace poco, aumentaba todavía más su fortuna al vender los caballos de su madre. Isabel II era una experimentada amazona y tenía una gran pasión por estos animales, sus purasangre reportaban beneficios anuales a sus arcas, pero su hijo prefirió vender 14 ejemplares de carreras a cambio de un millón de libras solo dos meses después de la muerte de su madre, según publicó el Daily Mail.