Las nuevas generaciones de las monarquías europeas vienen pisando fuerte, muchas de ellas además lo hacen en femenino. Si hace unos años parecía impensable que fuera una mujer quien heredara el trono teniendo hermanos varones, ahora esta forma de pensar ya forma (casi) parte del pasado.
La formación necesaria para convertirse en reina no es la misma que para ser princesa o infanta, por eso muchas de ellas reciben una educación especial o una formación complementaria. Es el caso de las monarquías en las que el rey o reina es también jefe de las Fuerzas Armadas, esto hace que las futuras reinas reciban formación militar.
Así sucedió con Victoria de Suecia, heredera al trono desde que en su país se eliminó la ley sálica, haciendo que dejara de ser Carlos Felipe el heredero y recayendo en ella la responsabilidad de llevar la corona en el futuro. En 2003, durante tres semanas y sin distinciones, recibió su formación militar.
Victoria no es de la misma generación que la princesa Leonor, pero fue sin duda una pionera en esto. Por suerte, la princesa tiene referentes más cercanos, porque Elizabeth de Bélgica, que ahora tiene 21 años, también tuvo que hacer frente a este tipo de formación, pensada para que las futuras reinas conozcan el funcionamiento de los ejércitos de sus países. De este modo podrán servir al pueblo de un modo más efectivo y con un mayor conocimiento.
Isabel de Brabante, hija de Felipe y Matilde y heredera al trono, hizo su instrucción en la Royal Military Academy de Bruselas, una experiencia que para ella fue un punto de inflexión en su vida y por ello no dudaba un año después de acabarla en volver a vestir el uniforme para unas maniobras. Parece que la intención de la joven es mantenerse vinculada a la carrera militar, todo ello mientras no descuida sus estudios universitarios, está cursando Historia u Política en la Universidad de Oxford.
Se espera que cuando Ingrid Alexandra de Noruega ascienda al trono se convierta en comandante suprema de las Fuerzas Armadas de su país, por lo que la formación en estas lides es indispensable para ella. En su caso, será ella quien decida si quiere recibir formación militar, aunque las veces que ha sido invitada a participar en ejercicios con el ejército ha demostrado estar dispuesta a atreverse a todo.
Leonor lo tiene claro, y ya está en la Academia Militar de Zaragoza llevando a cabo su formación militar, que está realizando en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros (aunque ella ha renunciado a la asignación mensual, que ronda los 400 euros). Su formación se desarrollará durante tres años, en los que pasará por los tres Ejércitos (Tierra, Armada y Aire).
No todas las herederas se convertirán en comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, por ejemplo, Amalia de Holanda tiene la posibilidad de no recibir formación militar porque ella no tendría por qué serlo. Eso sí, su padre sí que la recibió.