La catedral de la Almudena se convertía en el escenario en el que Felipe y Letizia sellaban su amor el 22 de mayo de 2004. Todas las miradas estaban puestas en las nubes, esperando que el cielo diera una tregua y respetara la llegada de la novia antes de descargar.
No pudo ser, pero la lluvia (que se llevaba semanas anunciando) no empañó la gran cita, que reunió a lo más granado de la sociedad y las monarquías europeas y mundiales. Se casaba el heredero al trono español y lo hacía con un rostro familiar para todos, pues hasta hacía poco, Letizia era la presentadora de la segunda edición del Telediario.
Se sumaba la pareja de este modo a otros herederos que, antes que el príncipe de Asturias, habían unido sus vidas con mujeres por cuyas venas, no corría sangre azul. De hecho, poco antes habían estado presentes en el enlace de Federico y Mery de Dinamarca, la presentación oficial de Letizia y de la que salió vencedora gracias a su mítico vestido rojo de Caprile.
Muchos años han pasado y mucho ha cambiado la pareja, ahora convertidos en los reyes de España, cargo que ostentan desde la abdicación de Juan Carlos I en 2014. Ha cambiado su aspecto físico, hay quien señalaría que para mejor, su modo de vestir e incluso su forma de comunicar.
La llegada de Letizia a la familia se esperaba que reflejara un cambio a la hora de comunicar, no por nada su profesión le había preparado para ello. La reina no defrauda y siempre está dispuesta a mostrar que tiene un discurso amable, pero directo, en cualquier idioma que le pongan por delante, incluso si es en lenguaje de signos.
No están al nivel de otras casas reales europeas en cuanto a cercanía, la familia real española continúa celando su intimidad y dando la información de manera más que mesurada, pero poco a poco han establecido cierta transparencia que antes no existía, sobre todo en lo relacionado con los presupuestos.
También a través de la moda han dejado ver Felipe y Letizia sus intenciones. Con el paso del tiempo, sobre todo en el caso de la Reina, sus looks se han ido despidiendo de cierto encorsetamiento y mostrando su lado más natural, apostando por firmas españolas, no solo en los vestidos, también para sus complementos.
Además, ha abierto su armario a las firmas low cost, lo que ha llevado a que en ocasiones se encuentre en situaciones sorprendentes que ha capeado con gran soltura, como cuando coincidió en vestimenta con otra invitada durante una entrega de premios. El estilo de la Reina ha sido alabado en numerosas ocasiones y su tendencia a repetir estilismos, incluso cuando los combina diferente, adoptada por otras royals.
Han pasado casi 20 años y el tiempo pasa para todos. Las canas han aparecido en el cabello de los dos, Letizia en menor cantidad, y en ocasiones las deja ver sin problemas, mostrándose natural y cercana, en el caso del Rey, pueblan la barba que luce desde hace tiempo. Mucho se ha hablado de los retoques estéticos de la monarca, que ha sabido acertar con los cambios que ha hecho a lo largo de los años.
Tanto Felipe como Letizia han sabido adaptarse al paso del tiempo, cambiando para seguir fieles a las tendencias, pero respetando su estilo personal. Una pareja atemporal, pero adaptada a los tiempos que corren.