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A las 11 horas de este jueves 12 de octubre ha dado comienzo el desfile del Día de la Hispanidad. El evento se ha iniciado a la altura de la entrada principal del Jardín Botánico y finalizará en la Plaza de Colón. 200 caballos, 142 vehículos terrestres, 86 aeronaves y más de cuatro mil soldados desfilan por las calles del centro de Madrid, con especial atención en la Plaza de Cánovas de Castillo, conocida como Plaza de Neptuno, que es el espacio en el que este año está ubicada la Tribuna Real.
Durante la fiesta nacional, los ojos han estado puestos en la princesa Leonor. Tras dos años de ausencia por su formación en Gales, la hija mayor de los reyes llegaba en el coche siguiente al de sus padres y luciendo el traje militar de gala. Este año, a tan solo unos días de cumplir la mayoría de edad, la joven estará presente por primera vez en el besamanos, la recepción oficial en palacio, que tendrá lugar después del desfile.
Y más allá de la princesa Leonor, Letizia tampoco ha pasado desapercibida. La reina de España, como es habitual en cada una de sus apariciones, ha sorprendido con su estilismo. Para la ocasión, Letizia Ortiz ha optado por estrenar un diseño de Juan Vidal, un vestido azul con estampado de flores y mangas farol.
Cada uno de los movimientos de la Fiesta Nacional está medidos. La princesa Leonor lleva tiempo preparándose para esta ocasión y, junto a su padre, ha sido la gran protagonista del día. Cuando ha dado comienzo el desfile a pie de los militares, Leonor y su padre, el rey Felipe, se han levantado en muestra de respeto y saludo a los militares que desfilaban por delante de la Tribuna Real.
Sin embargo, la reina Letizia se ha mantenido sentada en algunos de los momentos. ¿Implica esto un salto de protocolo? La respuesta es no. Por su condición de civil, Letizia puede estar sentada durante el desfile, algo que no está permitido en el rey y en su hija porque ambos tienen ya condición militar.
Una vez terminado el desfile, los tres miembros de la casa real han abandonado la tribuna para dirigirse al Palacio Real. Allí es donde tiene lugar la recepción oficial y este año con la presencia de Leonor por primera vez. 2500 invitados pasan uno a uno y, debido al cansancio que provoca, se hacen 3 tandas distintas para poder hacer un descanso de cinco minutos entre cada una de ellas.
Una vez terminado el besamanos darán paso al corrillo con los invitados en el salón de palacio. Ese es el momento en que se espera que la princesa Leonor gane protagonismo. Este será el primer encuentro directo de la futura reina de España con algunos de los rostros más conocidos del país. Una de las grandes ausencias es la de la infanta Sofía que, igual que hizo su hermana Leonor, se encuentra estudiando en Gales y no le ha sido posible estar presente en la Fiesta Nacional.