La ceremonia de proclamación de Federico X ha sido austera pero ha estado repleta de momentos emotivos. En su llegada al Palacio de Christiansborg, su madre, Margarita II, ya ha derramado alguna que otra lágrima tras firmar su abdicación y dar paso en el trono a su hijo. Poco después, ha sido el monarca el que, tras salir al balcón y ser nombrado rey de Dinamarca, ha pronunciado un discurso lleno de gestos que no han dejado indiferentes a los más de 10.000 daneses que han acudido hasta el lugar.
A las 15 horas de la tarde, Federico de Dinamarca ha salido al balcón del Palacio de Christiansborg. Segundos después, la primera ministra danesa, Mette Fredericksen, le ha proclamado rey de Dinamarca. Ha sido entonces cuando antes de enunciar su discurso y tras escuchar , Federico X se ha dejado ver emocionado y al borde de las lágrimas, que ha apartado frotando sus ojos con sus manos.
Hace 52 años y en el mismo día, era su madre, Margarita II, la que pronunciaba sus primeras palabras como reina desde el mismo balcón que ahora lo ha hecho Federico X de Dinamarca, que con su discurso, tal y como manda la tradición desde hace 500 años, ha hablado a los miles de daneses que se han echado a las calles: "Hoy el trono pasa. Mi esperanza es convertirme en el rey del mañana. Es una responsabilidad que asumo con respeto, orgullo y mucha alegría. Afronto el futuro con la certeza de que no estoy solo", ha afirmado el monarca que posteriormente ha revelado su lema: "Unidos, comprometidos por el Reino de Dinamarca”.
Uno totalmente distinto al de su madre, de la que ha afirmado que “ha logrado convertirse en una con su reino." Y es que ella, del mismo modo que su padre hacía, pronunció en su discurso de coronación que "La ayuda de Dios, el amor del pueblo y la fuerza de Dinamarca". Sin embargo, el rey Federico X no ha nombrado a Dios en ningún momento ya que no es considerada una persona especialmente religiosa.
A petición de los ciudadanos que han acudido hasta el palacio para asistir a la ceremonia de proclamación del rey Federico de Dinamarca, el monarca, que tras pronunciar su discurso ha disfrutado de la compañía en el balcón de su familia, se ha fundido en un tierno beso como si de una película se tratase con su mujer, la ahora también reina consorte, Mary de Dinamarca. Ya lo hicieron ambos del mismo modo hace veinte años, cuando contrajeron matrimonio el 14 de mayo de 2004. Ahora, sellan así el comienzo de su reinado y además, acallan los rumores que apuntaban a que la pareja estaba en crisis. Un supuesto que apuntó a una deslealtad por parte de Federico X tras salir unas imágenes en las que el entonces príncipe heredero abandonaba la casa de Genoveva Casanova después de pasar la noche allí, lo que obligó a la casa real danesa a emitir un comunicado donde aseguraban que iban a mantener su política de "no comentar ni confirmar cualquier detalle relacionado con asuntos personales y privados", del mismo modo que hacía un llamamiento a la población y a su compromiso con el deseo de que la privacidad de los distintos miembros pertenecientes a la monarquía nórdica fuese respetada.