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La formación militar de la princesa Leonor en la Academia de Zaragoza seguramente esté trayendo muy buenos recuerdos a su padre, quien también pasó un tiempo allí como parte de su propia formación. En esos años, Felipe VI consiguió una excelente formación y aún mejores amistades que todavía conserva.
En septiembre de 1985 ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza y prestó juramento a la bandera el 11 de octubre de ese mismo año. Después continuaría su formación militar en la Escuela Naval Militar de Marín y en la Academia General del Aire de San Javier. Finalizó su formación en julio de 1988 y en el mes de octubre comenzó a estudiar en la Universidad Autónoma de Madrid.
Diferentes etapas que le marcaron de distintas maneras, pero en todas ella tuvo claro que esforzarse al máximo era casi tan importante como disfrutar de su tiempo allí, haciendo amistades y siendo uno más entre sus compañeros.
Siguió el consejo de su padre y entabló buenas relaciones con sus compañeros durante su tiempo de formación en el ejército, prueba de ello es que, con muchos de ellos, continúa teniendo contacto actualmente. De hecho, durante una visita a su hija, el Rey no dudaba en reencontrarse con sus compañeros de promoción para un almuerzo. Unas 30 personas se encontraron en un restaurante de la Plaza de Nuestra Señora del Pilar.
Esta no es la primera vez que el monarca aprovecha para ponerse al día con sus amigos y compañeros. De hecho, pocas semanas antes había aprovechado una visita a Sevilla para, en privado, acercarse a saludar a uno de sus compañeros. Según recogió el ABC, el Rey fue visto en el barrio sevillano de Nervión. Según recogió el citado medio, “su destino era el domicilio de un teniente coronel del Ejército del Aire que sufre una grave enfermedad detectada hace pocos meses”. Con él coincidió en San Javier.
El Aifos, el barco con el que el Rey compite y con el que muestra que navegar sigue siendo una de sus pasiones, cuenta entre su tripulación a quienes fueron sus compañeros en la Escuela Naval de Marín, convertidos en amigos queridos con el tiempo, como Ricardo Maldonado, Carlos y Jorge Ortiz, o el almirante Jaime Rodríguez Toubes.
“Siempre que puede acude a nuestras reuniones, cenas o actos sociales, y está muy al tanto de las vicisitudes de los compañeros”, explicó para El Mundo el Coronel Eduardo Diz Monje, con quien compartió estudios en La General, como se conoce a la Academia de Zaragoza. En 2016 asumió el mando de la Guardia Real.
Durante su tiempo de formación militar, quienes fueron sus compañeros le recuerdan con gran cariño, pero también por su insistencia por ser tratado como uno más. “Al principio era muy reservado, hasta que cogía confianza. Se negaba a que le invitáramos, siempre pagaba y tenía obsesión por ser tratado como uno más”, reveló para El Mundo uno de sus compañeros.