Kate Middleton está pasando por un momento delicado de salud, una situación complicada a la que se han sumado todas las especulaciones a causa de su ‘desaparición’ pública durante el tiempo que ha estado recuperándose de la operación a la que se sometió. Rumores a los que puso fin públicamente al confirmar que tiene cáncer y por ello se está sometiendo a un tratamiento médico.
Todo comenzaba el pasado mes de enero, cuando desde Palacio anunciaban que Kate se estaba recuperando de una cirugía abdominal, una operación programada que la mantendría alejada de sus obligaciones durante un tiempo. En ese momento, tal y como se ha podido saber más tarde, se pensaba que su situación no era cancerosa, pero el tiempo ha demostrado que estaban equivocados.
“Las pruebas realizadas después de la operación descubrieron que había cáncer”, explicaba la princesa de Gales en un vídeo en redes sociales con el que ponía fin a las especulaciones sobre su salud en el mes de marzo. “Mi equipo médico me recomendó que me sometiera a un tratamiento de quimioterapia preventiva y ahora me encuentro en las primeras etapas de ese tratamiento”.
Durante todo este tiempo y hasta que ella ha hablado públicamente, las especulaciones y las teorías han llenado los medios de comunicación y las redes sociales. Desde las versiones más calmadas o lógicas que señalaban que Kate necesitaba descansar y recuperarse por completo antes de regresar a sus labores como princesa, desde las más locas, que señalaban hacia teorías de la conspiración que han quedado descartadas.
La ausencia de la princesa fue también motivo de teorías, asegurando que se escondía a causa de una infidelidad de su marido. Se pedía a gritos información sobre su estado de salud y se analizaban al detalle todas las fotografías que iban viendo la luz. Desde aquellas en las que iba en el coche junto a su madre, a otras en las que se la podía sospechar en el coche con su marido.
Todas ellas eran analizadas al detalle y siempre bajo la sombra de la duda, no solo por si se trataba de un montaje, también por si en realidad era una doble la que se dejaba ver. No calmó demasiado las aguas la instantánea publicada junto a sus tres hijos en Instagram, de la que la propia Kate asumió las culpas cuando se demostró que había sido modificada digitalmente.
Este tiempo de silencio ha vuelto loca a la opinión pública, que no podían entender cómo se hablaba abiertamente del cáncer del rey Carlos III, pero nadie daba explicaciones sobre la desaparición de Kate tras una cirugía programada y que había sido un éxito. Para ellos han sido unas semanas de aceptación. "Nos ha llevado tiempo explicarles todo a George, Charlotte y Louis de una manera apropiada para ellos, y asegurarles que voy a estar bien".
Al aparecer, y según citan medios como The Guardian, el tratamiento preventivo habría comenzado a finales del mes de febrero. "Esperamos que comprendan que, como familia, ahora necesitamos algo de tiempo, espacio y privacidad mientras completo mi tratamiento".