Boda Federico y Mary de Dinamarca: así fue su innovador banquete nupcial

El 14 de mayo de 2004 se celebró la boda del entonces príncipe Federico de Dinamarca con la australiana Mary Donaldson. La emotiva ceremonia tuvo lugar en la catedral de Copenhague a la que el novio llegó acompañado de su hermano y, poco después, hacía su entrada la novia del brazo de su padre, con un precioso vestido del que destacaba un velo que lleva más de 100 años en la familia real y que fue confeccionado por monjas irlandesas. Tras la ceremonia, los recién casados y todos los invitados se desplazaron para disfrutar de un innovador banquete nupcial, del que te hablamos a continuación. 

El cóctel tras la boda

Como ocurre en la mayoría de las bodas, antes de dar paso al banquete nupcial, los invitados disfrutan de un cóctel previo. En este caso, tuvo lugar tras el saludo de los recién casados en el balcón del Palacio de Amalienborg. El delicioso aperitivo se sirvió en los jardines del castillo de Fredensborg, con la presencia de Federico y Mary Donaldson. 

Una gran carpa en el jardín

Tras el cóctel, los 428 invitados a la boda se dirigieron, junto a los novios, a una preciosa carpa de 1.375 metros cuadrados que se instaló en los amplios jardines que se encuentran en la parte trasera del palacio. Fue a las diez de la noche cuando dio comenzado el banquete nupcial, servido en mesas rectangulares con sillas doradas. El servicio fue “a la francesa”, es decir, los camareros acercaban las bandejas a los invitados y ellos mismos se servían los deliciosos manjares. 

El menú nupcial

El menú del banquete nupcial fue elaborado por el prestigioso chef Claus Meyer, y todo apunta que, además de innovador, fue exquisito. Comenzó con un timbal de marisco de los mares del Norte con salsa de erizo de mar; tras el entrante, los comensales degustaron gamo asado con especias de los Reales Bosques, con guarnición de patatas de ‘Samso’ y guisantes Parisienneunos, tambiém vol-au-vents de espárragos blancos daneses y, por último, pollo de Bornholm con sidra. 

Las bebidas ofrecidas estuvieron a la altura de los manjares: ‘La Cigaralle du Prince Consort 2000’, ‘Cahors Château de Caïs 1996 En Magnum’ y un ‘champagne Mercier Ceveé Frederik & Mary’. En el postre, para terminar, se sirvieron delicias de mousse de chocolate blanco. Con este menú, sin duda el banquete fue todo un éxito. Tras la cena, los recién casados abrieron el baile con un vals tradicional.