La familia real española vuelve a acaparar todos los titulares de la prensa nacional por los pequeños cambios que han ocurrido estos últimos días. En menos de un mes, parece ser que el reinado de Felipe y Letizia ha estrenado una nueva era mucho más abierta y cercana en lo que respecta a las relaciones familiares del núcleo duro de la Familia Real y los otros miembros Borbón.
Aunque los cambios se han ido produciendo lentamente, lo cierto es que se ha producido un acercamiento entre los reyes de España y las infantas. La semana pasada, mientras doña Letizia se encontraba de viaje de cooperación en Guatemala, ocurrió uno de los acontecimientos más inesperados de los últimos años: Felipe y la infanta Cristina, después de años sin coincidir públicamente en un evento, coincidieron en la entrega de las becas La Caixa. Aunque en ningún momento cruzaron palabras, sí se dejaron fotografiar juntos, algo que deja entrever que su relación ya no es tan tensa y distante.
Un día después de ese reencuentro histórico, la infanta Elena retomó su agenda oficial como representante de la Casa Real, después de un tiempo alejada de sus funciones. La semana pasada, la madre de Victoria Federica asistió a dos eventos, presidiendo el domingo la famosa de corrida de la Beneficencia de San Isidro.
Es innegable que se ha producido un acercamiento entre los dos grandes núcleos de los Borbón. Además de lo anteriormente mencionado, Miguel e Irene Urdangarin se han instalado en Zarzuela, residencia oficial de los reyes de España, junto a su abuela Sofía e Irene de Grecia, detalle también muy significativo.
Aunque hace unos años Felipe expresó su deseo de que el palacio no fuese un "hotel" para sus familiares, parece ser que el Jefe de Estado ha cambiado de opinión y ha visto la mudanza de sus sobrinos a Zarzuela como un hecho positivo para el futuro reinado de su hija Leonor, el futuro de la monarquía. Cuando ascienda al trono, la joven deberá tener un núcleo duro familiar que le ayude a mantener la institución a flote y sus primos, tanto los Marichalar como los Urdangarin, tendrán un papel fundamental. Para que estas relaciones se consoliden, el acercamiento y reconciliación de los reyes con las infantas Elena y Cristina parece un paso necesario.
Además, también entran en juego otros factores sentimentales. Cabe recordar que la reina Sofía sufrió a mediados de abril un percance de salud y tuvo que estar unos días ingresada en la Clínica Ruber por una infección urinaria. Aunque se quedó en un susto y se recuperó, marcó un antes, siendo un toque de atención para toda la familia. A pesar de la rigidez inicial de Felipe respecto a su familia, la reina va cumpliendo años y no sería de extrañar que el padre de Leonor haya cedido un poco para que su madre pueda disfrutar felizmente de sus nietos en Zarzuela.
Según ha señalado ‘Monarquía Confidencial’, la reina Sofía ha jugado un papel fundamental en esta incipiente reconciliación entre hermanos. Fuentes “La discreción y el respeto hacia la vida privada de la familia real han sido claves durante este proceso de acercamiento. La reina doña Sofía ha llevado la iniciativa en todo momento”, declaran fuentes cercanas a Zarzuela al anterior medio citado sobre la figura de la reina emérita.
Según ‘Monarquía Confidencial, el 60 cumpleaños de la infanta Elena marcó el inicio del acercamiento real y el comienzo de la reconciliación entre ambos bandos.
Aunque parece ser que aún queda mucho camino por recorrer para que se produzca de nuevo un gran posado real, no sería de extrañar que coincidiesen este verano algunos días en Marivent, el oasis particular de la reina Sofía en Mallorca. Según desvelaron fuentes cercanas a la familia a ‘Vanitatis’, Irene Urdagarin tiene planeado disfrutar unos días en el palacio junto a su abuela.