Este miércoles tres de julio la princesa Leonor finalizaba el primer curso de sus estudios militares en la Academia de Zaragoza con una escueta ceremonia en la que su padre le hacía entrega de su despacho como dama alférez cadete. Sólo han pasado un par de días cuando Leonor ya ha acompañado a su padre, en posesión de su nuevo rango, a presidir la entrega de Reales Despachos a la nueva Promoción de la Escala de Suboficiales en Talarn, Lleida.
Para este acto padre e hija han llevado el mismo atuendo, el uniforme de etiqueta del Ejército de Tierra. La princesa ha vuelto a lucir el sombrero de plato que estrenó el pasado miércoles y la máxima condecoración española: la del Toisón de Oro, representada con un lazo rojo del que cuelga un vellocino de oro, igual que el rey Felipe. Ambos han lucido también la banda blanca de la Orden del Mérito Militar, un honor que don Felipe entregó a su primogénita el pasado miércoles.
Hasta aquí poco que comentar, puesto que la constricción de la vestimenta militar da lugar a poca improvisación, sin embargo, observando a la princesa de cerca, se puede detectar que su maquillaje no es tan sofisticado como el de hace tan solo tres días. Lo primero que se aprecia son las imperfecciones propias de su edad que luce en el rostro, pequeñas marcas de granitos -que también mostraba desde Ibiza su prima Victoria- que no se detectan en su rostro en las instantáneas del pasado miércoles. Lo más probable es que en aquel acto que despertó más expectación -al que también asistieron la reina Letizia y la infanta Sofía- se recurriera a técnicas de corrección de maquillaje para ocultarlo.
Para hacer desaparecer las marcas de color rojo, como los granitos o la rosácea, lo más apropiado es aplicar un precorrector verdoso -con un tono no demasiado intenso, para que luego no nos cueste cubrirlo-. Después aplicaremos la base de maquillaje a toques, para no arrastrar el producto que hay debajo. Para conseguir una mayor duración de este trabajo, se finaliza con una capa de polvos sueltos.
A pesar de llevar una tez muy natural, la princesa si ha hecho uso esta vez de dos productos de maquillaje que suelen ser habituales en su neceser y también en el de su hermana Sofía, quien poco a poco también está intensificando un poco más sus beauty looks. Estos dos productos son, en primer lugar, la máscara de pestañas. A pesar de la desnudez del rostro de la princesa, se aprecia que las pestañas las ha lucido muy tupidas y muy negras, por lo que seguramente ha aplicado varias capas de este producto. Para finalizar, ha dado brillo y ha hidratado sus labios aplicando un gloss, lo que les ha dado un aspecto más brillante que el pasado miércoles.
Por otro lado, también se ha podido notar alguna diferencia respecto al peinado. La princesa se ajusta a los requerimientos militares llevando siempre en este tipo de actos un moño trenzado muy tenso, brillante y pulido y en esta ocasión el peinado, aunque respetaba las normas del atuendo militar, quizás no estaba hecho por unas manos profesionales y por eso se veía algo menos pulido.