Tras 14 años de matrimonio, la Casa Real griega confirmaba el fin del matrimonio de Tatiana Blatnik y Nicolás de Grecia. La pareja ponía punto y final a su historia de amor y lo hacía aportando pocos datos, pero con un comunicado conjunto en el que reconocían que no había sido una decisión sencilla.
“Ambos expresan la dificultad de esta decisión, el profundo aprecio y respeto que se tienen, pero también el amor con el que han caminado todos estos años”, rezaba el comunicado publicado para confirmar la “decisión de disolver su matrimonio”.
Confirmaban también que seguirían viviendo y trabajando en Grecia, así como que cuentan con el apoyo de la familia. Atenas lleva 10 años siendo su hogar y Tatiana se ha sentido allí como en casa, incluso publicó un libro de recetas típicas del país.
Ahora parece que Blatnik seguirá centrada en su labor profesional, como fundadora de Breath Hellas, muy centrada en la salud mental, una causa que para ella siempre ha sido importante en su vida y que está muy relacionada con la tragedia familiar que tuvieron que hacer frente cuando solo era una niña.
La princesa Tatiana (que conservará su título tras la separación) siempre ha sido consciente de la importancia de cuidar la salud mental y cuando ha tenido una plataforma desde donde dar voz a esto lo ha querido utilizar. Esto en parte se debe a la historia de su familia, una tragedia que le costó años conocer y aceptar.
Aunque Tatiana nació en Venezuela, se mudó a Suiza junto a su hermano Boris y sus padres cuando era muy pequeña. Es la hija menor de la aristócrata alemana Marie Blanche Bierlein y del empresario esloveno de origen judío Ladislav Vladimir Blatnik. "Yo tenía siete años cuando mi padre se suicidó, pero me enteré con 14, y a los 20 logré hablar del tema", reveló durante una entrevista en la televisión griega, para el programa Pame Danai.
Esto marcó su vida y su forma entender la salud, dándole al bienestar emocional la importancia que le corresponde. De hecho, esto es algo que comparte con su hermano, con quien siempre se ha mostrado muy unida y a quien no dudaba en alabar en una publicación de sus redes sociales, recordando momentos de cuando eran pequeños.
“Cuando era niña, cuando no podía dormir y tenía pesadillas, me calmabas y me hablabas de meditaciones guiadas hasta que me quedaba dormida (sin saber qué era la meditación, ya que no teníamos ni 10 años), es algo innato en ti”, explicaba junto a una fotografía en la que aparecen ambos. “Ahora que somos mayores, me dices: 'El estrés es una elección. Es una reacción a una situación y necesitas entrenar tu mente para no reaccionar negativamente… y simplemente ser tú, Tati'”.
Su madre volvió a encontrar el amor con el tiempo y rehizo su vida con el inversor multimillonario Attilio Brillembourg, a quien Tatiana siempre ha tratado como un padre.