{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Uno de los aspectos más comentado del trabajo de los royals es la ropa que escogen en cada ocasión. Nada queda al azar, cada prenda tiene un cometido e incluso la elección de colores es pensada al detalle, sobre todo en visitas oficiales o viajes internacionales.
A menudo son ellas quienes se llevan toda la atención, sus looks captan todas las miradas y son analizados al detalle, tanto si han escogido estilismos clásicos y atemporales como si se trata de prendas que siguen las tendencias, con las que sorprenden en ocasiones.
Ellos suelen pasar más inadvertidos, dejando que sus trajes clásicos y de cortes elegantes queden eclipsados por la lluvia de color y diversidad que suelen ser los looks de ellas. Esto no quiere decir que sus outfits estén menos pensados o le pongan menos cuidado, sus prendas suelen estar confeccionadas con mimo para ajustarse a sus medidas y no es raro que repitan firmas, confiando en sus sastrerías favoritas una y otra vez.
El rey Felipe siempre cuida mucho los trajes que lucen, que han llegado a ser calificados como ‘impecables’. Su altura y su figura juegan a su favor a la hora de lucirlos con clase, pero una buena confección es esencial para que se vean de la mejor manera posible.
Para lucir trajes que se ajustan a sus medidas a la perfección, el monarca cuenta con un sastre al que siempre recurre y que prefieren mantener en el anonimato. Su armario también cuenta con prendas de firmas conocidas, como las camisas de Mirto o las chaquetas de la firma británica Belstaff.
El rey Carlos III es otro que siempre cuida al detalle lo que lleva, sus trajes de chaqueta son admirados y aplaudidos, más si se trata de esos tres piezas que tanto le entusiasman. Las prendas de calidad son su seña de identidad, bien elaboradas y que prometen durar décadas en perfectas condiciones. La corona británica no duda en vestir prendas de firmas como Barbour, sobre todo en materia de abrigos, Burberry para los trajes o botas de agua Hunter, tal y como recoge ABC.
Las nuevas generaciones parecen haber aprendido de las anteriores la importancia de contar con una buena prenda en el armario. La ropa bien elaborada tiene una vida más larga y, en el caso de los trajes de chaqueta, las modas cambian sutilmente, por lo que unos cambios pueden ser suficientes para que la misma prenda dure décadas.
Uno de los ejemplos de las buenas notas que han tomado lo encontramos en Pierre Casiraghi. El joven no tiene nada que envidiarle a su esposa en cuanto a moda se trata, pues él también busca prendas que le favorecen y le ayudan a destacar. Según recoge ABC, suele primar firmas italianas como Berluti y Corneliani para sus prendas de sastrería, que combina con camisas de Brioni o Canali. Para el calzado, sabe que acierta con Testoni.
Trajes que lucen impecables, prendas que se ajustan al cuerpo y que, aunque no siempre están al filo de las tendencias, están elaboradas a medida para que estos royals europeos puedan mostrar siempre su mejor versión.