Felipe VI es mucho más que un rey moderno y actual. En multitud de ocasiones, el monarca nos ha sorprendido con una de sus verdaderas pasiones: el deporte. Algo, que también comparte con su padre, Juan Carlos I, y también con su mujer, Letizia (que practica, entre otros deportes, la escalada).
Navegación, esquí e incluso pádel. Nada se le escapa a Don Felipe, quien incluso llegó a participar en unas Olimpiadas, dato que puede que muchos desconozcan e incluso sorprenda.
En su momento, el monarca ejerció de abanderado de nuestro país en los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona en el año 92. Esa imagen, llevando con orgullo la bandera de España, y ante las lágrimas de la infanta Elena, ha quedado grabada para la posteridad. Es más, el propio Felipe VI recuerda con cariño aquel momento.
Y es que aquel año fue el primero en el que España acogía unas Olimpiadas, por lo que adquirió un significado todavía más especial. Algo, sobre lo que el propio rey se ha pronunciado en más de una ocasión. "Ser olímpico implica el compromiso con los más altos valores que encarnan el ideal olímpico", confesaba el monarca con un emotivo mensaje ante la cancelación de Los Juegos Olímpicos de Tokyo en 2020.
"Valores como el compañerismo, el juego limpio, la excelencia, el esfuerzo...", recordaba respecto a su experiencia. Sin duda, un símbolo de la sociedad española, con sus principios y valores, y que el monarca defiende a rajatabla.
De ese modo, el rey destacaba que estos juegos son "seña y guía para todas las dimensiones de la vida". Justo por eso, ser abanderado de España siempre ha supuesto un gran orgullo para Felipe VI, y más a la hora de representar el deporte de nuestro país "en la mayor y más importante convocatoria deportiva del planeta".
En cuanto al ámbito de la competición, el rey sabe muy bien lo que implica jugar en equipo. De ese modo, él siempre ha destacado que el objetivo es buscar "el mayor número de medallas". En su momento, nada menos que 3.500 millones de espectadores en todo el mundo fueron testigos de la impresionante ceremonia inaugural de los Juegos a través de la televisión.
Un evento que marcó un antes y un después en el mundo del deporte y que también se convirtió en un hito en la vida del monarca, que ha demostrado ser todo un deportista.
Ese año, en el que España se llevó a casa nada menos que 22 medallas, el entonces príncipe de Asturias formó parte del equipo de vela. En su caso, compitió en la clase de Soling, y su equipo quedó en sexto lugar, lo que le permitió hacerse con un diploma olímpico.
Mientras que, por aquel entonces, una también joven Letizia estudiaba periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.
Curiosamente, el sobrino de Felipe VI, Pablo Urdangarin, también aspiraba a participar en los Juegos Olímpicos de París este año. Sin embargo, y para su gran decepción, se ha quedado fuera de la convocatoria del seleccionador. Por tanto, el joven ha tenido que renunciar a este sueño que comparte con su tío, por lo que le tocará seguir esforzándose para llegar a la meta.
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