Aunque el verdadero protagonista de los Juegos Olímpicos es el deporte, no podemos negar que estos días las celebrities y los royals europeos que se están dejando caer, también despiertan mucho interés.
Es el caso de algunos famosos como Rosalía, Zendaya, Charlize Theron, Serena Williams y Omar Sy, que eclipsaron todos los flashes en la previa a los Juegos Olímpicos, y también el de nuestros reyes. Felipe VI y Letizia, desde que viajaron a la capital francesa para mostrar su apoyo a los deportistas españoles, no han parado de tener eco en los medios.
Ambos monarcas iniciaron ayer su agenda oficial en un encuentro privado con el equipo olímpico en el que la reina deslumbró luciendo un vestido de Dior Alta Costura -cedido por la marca-, y haciendo así un guiño al país anfitrión y, por su parte el rey Felipe VI tuvo un ligero lapsus en su discurso al hacer mención a su hija Leonor. Tras agradecer al embajador la acogida, y explicar esa "otra delegación" no tan visible formada por 312 guardias civiles y policías nacionales que apoyarán la seguridad de la organización de los Juegos Olímpicos colaborando con la seguridad de Francia, el rey comentó cómo se iba a organizar con Letizia, sus hijas y la reina Sofía en las próximas semanas y tuvo un pequeño desliz: "Nos vamos a distribuir entre miembros de la familia, la reina y yo, las infa...". Al darse cuenta de que Leonor, desde 2024 es Princesa de Asturias y no infanta, supo manejar la situación y resolverla enmendando el error rápidamente.
Lapsus aparte, el viernes su agenda también ha estado cargada. Primero arrancando el rey Felipe VI (sin Letizia) con un encuentro con Emmanuel y Brigitte Macron, presidente y primera dama de la República Francesa a las 17:30 h.
Un poco después, a las 19:30, ambos sí que asistían a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos que, por primera vez no ha sido en un estadio y se ha trasladado al corazón de la ciudad a orillas del río Sena y a la plaza del Trocadero.
Ha sido ahí, en las gradas de la zona VIP, donde hemos podido ver una versión más relajada de los reyes en contraposición a la de ayer; unos reyes distendidos, relajados, que han hablado y se han hecho selfies con sus compañeros de asiento, se han mostrado muy sonrientes y han apoyado al equipo español con muchas ganas. Incluso se han puesto de pie con el chubasquero puesto (había empezado a llover), protagonizando unas imágenes muy simpáticas, y han aplaudido eufóricos cuando pasaba el barco de la delegación nacional.
En cuanto a looks, Letizia ha recuperado un vestido midi con escote en blanco y negro de Carolina Herrera de cuerpo entallado que la quedaba como un guante. Una pieza que llevó el año pasado por estas fechas para la inauguración de la Galería de las Colecciones Reales, y con el que, en su momento, cosechó muy buenas críticas. Por su parte, el rey ha lucido un traje con raya diplomática y una corbata en tonos rojos y rosas.
Quizás haya gente que no se acuerde, pero el monarca ejerció de abanderado de España en los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona en el año 92. Esa imagen, llevando con orgullo la bandera de España, y ante las lágrimas de la infanta Elena, ha quedado grabada para siempre.
Ese año, España se llevó a casa 22 medallas y, el entonces príncipe de Asturias, formó parte del equipo de vela. En su caso, compitió en la clase de Soling, y su equipo quedó en sexto lugar, lo que le permitió hacerse con un diploma olímpico.
En estos nuevos Juegos Olímpicos de París, los 400 deportistas españoles que competirán esperan repetir (y ojalá superar) aquella marca histórica.
Por su parte, los reyes, tras la ceremonia, a la que finalmente no han acudido sus hijas Leonor y Sofía, volverán a Palma, donde ya han arrancado sus vacaciones en la isla y en Marivent.