A pesar de que viven en California y que el contacto con la Casa Real británica -que atraviesa un complicado momento- es cada vez más excepcional, el príncipe Harry y Meghan Markle siguen copando titulares. La duquesa cumplía ayer 43 años y coincidiendo con esta fecha se emitía una nueva entrevista a la cadena estadounidense CBS en la que junto a su esposo volvía a poner sobre la mesa uno de los temas que ha demostrado que es más importante para ella: la salud mental. En esta charla, la esposa de hijo menor del rey Carlos rememoraba uno de los episodios más desagradables de cuando todavía formaba parte de la Casa Real británica.
"Creo que cuando has pasado por cualquier nivel de dolor traumático, parte de nuestro viaje de curación, ciertamente parte del mío, es ser capaz de hablar abiertamente al respecto”, argumentaba la duquesa haciendo referencia a los pensamientos suicidas que tuvo cuando todavía formaba parte de la institución monárquica. La presentadora Jane Pauley no ha dudado llevar a Meghan de vuelta a esta etapa de su vida y la duquesa ha querido subrayar la importancia de la salud mental, haciendo referencia al hecho de que hablar abiertamente de estos episodios es una buena señal.
“Si el hecho de expresar lo que he superado ayudara a alguien a hacer introspección, y que asuma que todo está bien, entonces, vale la pena”, ha aseverado la esposa de Harry. La buena noticia es que según sus propias palabras, para Markle, este ya es un episodio superado por lo que parece que el sistema de hablar de ellos con naturalidad, ha dado resultados.
Y es que no es la primera vez que la madre de Archie y Lilibet habla sobre este asunto. En marzo de 2021 los duques de Sussex sacudieron el mundo con la entrevista que concedieron a Oprah Winfrey. En esta conversación con la que ahora es su vecina en Montencito, California, la que fuera actriz fue muy explícita al hablar de sus problemas de salud mental y confesó que durante su etapa como miembro activo de la casa real británica llegó a sentir que "no quería estar viva". Al mismo tiempo, también fue muy clara al poner sobre la mesa el poco apoyo que su familia política le brindó en estos momentos. “En aquel momento me daba mucha vergüenza decirlo, y sobre todo admitirlo delante de Enrique, porque sé lo mucho que había perdido. Pero sabía que si no lo decía, lo haría... y ya no quería seguir viva”, revelo, impactando a todos los espectadores. Sin embargo, la duquesa manifestó que lo que contó solo son algunos detalles y que hay mucho más detrás de todo ello. “Realmente no he tocado la superficie de mi experiencia, pero nunca querría que alguien más se sintiese como yo me sentí”, afirmó.
El motivo por el que los duques de Sussex han vuelto a la televisión ha sido para presentar un nuevo proyecto conjunto. The Parents Network es un programa altruista parte de la institución que pusieron en marcha, la Fundación Archwell. Esta iniciativa nace para apoyar a padres cuyos hijos han sido afectados por traumas relacionados con el uso de redes sociales. Es un proyecto que ya está activo en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. En esta iniciativa ha tenido que ver mucho su experiencia como padres: "“Nuestros hijos son pequeños, tienen tres y cinco años, son increíbles, pero lo único que queremos hacer como padres es protegerlos”. Se une a la marca que Meghan Markle ha puesto ya había puesto en marcha con varias líneas de negocio, American Rivera Orchard.
Antes de instalarse definitivamente en California, los príncipes vivieron en Canadá. En concreto en una mansión valorada en 24 millones de euros. La casa cuenta con más de 2.000 metros cuadrados, siete dormitorios (uno para invitados), un enorme jardín, cinco baños y unas impresionantes vistas al mar.