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La infanta Cristina vuelve a sorprendernos justo cuando pensábamos que su historia con Iñaki Urdangarin había llegado a un punto y final. A pesar de que la pareja ya había firmado el divorcio, Pilar Eyre nos muestra en sus redes sociales una foto que hace saltar todas las alarmas. Y es que en la misma podemos comprobar que la infanta Cristina sigue llevando su anillo de casada, lo que resulta realmente llamativo.
Lo curioso es que hace meses que la infanta no luce su alianza, aunque puede que haya jugado al despiste. Y es que en muchas de las imágenes que se le han tomado, la hermana de Felipe VI aparece tapándose la mano izquierda. Una forma de esconder el dedo donde llevaba el anillo de casada, o bien cambiándola por otras sortijas.
Ese podría ser uno de los 'juegos favoritos' de Cristina, quien opta por lucir o no el anillo de casada según le apetece y dependiendo del día. De esa forma, consigue confundir a la prensa, aunque todo podría tener una sencilla explicación.
Es más, alguien muy cercano a la infanta habría ofrecido detalles al respecto hace unos meses en Vanitatis. "La cuestión es que a ella le molesta que se haga un tema del anillo, que es una cuestión muy privada, y si ella no quiere que se diga si lo lleva o no, quién es el resto para decirlo", se encargaron de aclarar desde su entorno.
Sin embargo, durante todo este tiempo no se ha dejado de especular sobre el tema, ya que durante el último año son numerosas las ocasiones en las que la infanta Cristina ha lucido en público diversos anillos en su dedo anular. Y la mayoría de las veces no se trataba de un anillo de casada, sino de una sortija dorada que puede dar pie a una clara confusión.
Aunque, en la última instantánea que ha compartido Pilar Eyre, la hermana de Felipe VI luce lo que perfectamente puede considerarse como una alianza, lo que ha reabierto el mismo debate. Una imagen que llega justo en medio del último bombazo relacionado con Juan Urdangarin, su hijo mayor, quien ha tomado la decisión de tomarse un año sabático e instalarse en Zarzuela. Y, al parecer, todo estaría relacionado con un supuesto mal de amores del que necesita reponerse muy lejos de Londres.
Algo, que tendría muy preocupada a la infanta, ya que el joven se ha visto obligado a abandonar su trabajo en una exitosa empresa internacional. Y es que Juan Urdangarin seguirá de cerca los pasos de sus hermanos, Irene y Miguel, que también han pasado un tiempo instalados con Doña Sofía, quien siempre está dispuesta a echar una mano a sus nietos.
Esta situación choca mucho también con la feliz etapa que atraviesa Iñaki Urdargarin, quien sigue en una eterna luna de miel junto a su pareja, Ainhoa Armentia. Los dos han encontrado una gran estabilidad lejos del foco mediático, y pueden presumir de su gran amor sin ningún problema desde que Urdangarin firmase el divorcio.