Mette-Marit y Haakon de Noruega ya han llegado a la boda de la princesa Marta Luisa, que se casa esta tarde con el gurú Durek Verrett. Un espectacular enlace que se celebrará en el lujoso Hotel Union de Geiranger y en la que se esperan invitados de la talla del príncipe Harry y Meghan Markle, Gwyneth Paltrow o Lenny Kravitz.
Así, ya hemos podido ver las primeras imágenes de la familia real, y es que Mette-Marit y Haakon de Noruega han llegado en barco y acompañados por sus dos hijos, Ingrid Alexandra y Sverre, quien ha llegado acompañado por su preciosa novia. Una joven llamada Amalie, y que ha conseguido robarse todas las miradas con su espectacular belleza.
Lamentablemente, este día tan feliz también está algo salpicado por la polémica, y es que el hijo mayor de Mette-Marit, Marius Borg, será uno de los grandes ausentes. Y es que el joven ha protagonizado recientemente varios escándalos que vuelven a colocarle en el cetro de todas las críticas y comentarios. Precisamente por eso, varios medios noruegos incluso se oponían a que la princesa heredera acudiese a la boda, "tanto por su propio bien como por el de su hijo y su familia".
Pese a ello, toda la familia ha llegado muy sonriente, y juntos han protagonizado un espectacular posado ataviados con el traje tradicional, tal y como marca el código de vestimenta impuesto por Marta Luis y Durek en su boda. Mette-Marit y Hakoon han protagonizado el tradicional posado real junto a sus dos hijos, y también los reyes Harald y Sonia. Sin embargo, los flamantes novios no han hecho todavía acto de presencia.
Además, también podemos ver como los invitados van desfilando a su llegada al enlace, con unos looks muy coloridos e incluso extravagantes. Todo, en medio de un entorno de ensueño y con unas espectaculares vistas a los fiordos noruegos. Y es que Marta Luisa y Durek Verrett han mimado todos los detalles al máximo, para que sus invitados disfruten de una espectacular velada en uno de los hoteles más lujosos.
La boda, que será oficiada por una reverenda y un gurú espiritual, pretende reunir las creencias de la pareja. De hecho, se espera que tanto la ceremonia como la fiesta lleven un claro sello de identidad. Y es que el lugar escogido les brinda las mejores opciones para que disfruten y vivan su día especial al máximo. Desde las vistas a los imponentes fiordos, a una selección de coches vintage e incluso acceso a spa y discoteca. Todo, para deleitar a los asistentes, que seguramente quedarán encantados.
Además, cabe recordar que la familia real tendrá acceso exclusivo al hotel durante todo este fin de semana, ya que ni siquiera se permiten reservas. Un día muy emocionante y con el que Marta Luisa lleva mucho tiempo soñando, habiendo hecho frente a toda clase de críticas y ataques en los últimos tiempos por su relación.