El príncipe Harry lleva tiempo alejado de la familia real y no parece que tenga intención de volver. Sin embargo, no cabe duda de que todavía está dispuesto a dejar las puertas abiertas a una reconciliación con su hermano, el príncipe Guillermo. Eso sí, antes, y según afirman desde el portal 'The Mirror', espera una disculpa por todos los desencuentros que han tenido en los últimos años.
Por lo visto, Harry no piensa dejar atrás los malos ratos que tanto él como Meghan Markle han pasado en Reino Unido, y mucho menos el acoso al que se han visto sometidos. Algo, que les llevaba a abandonar Londres sin mirar atrás e instalarse en Estados Unidos, donde cuentan con la protección y el cariño de sus amigos más íntimos.
Mientras que, por su parte, fuentes cercanas ya han asegurado a 'The Mirror' que Harry tiene "cero posibilidades" de conseguir el perdón de Guillermo y su cuñada, Kate Middleton. Algo, que ya hemos podido comprobar con todos los intentos que ha hecho por reconciliarse con ellos, y más durante la enfermedad de la princesa de Gales. Al saltar la noticia, el hijo menor de Carlos III intentó un acercamiento familiar, pero sus planes no salieron como esperaba ni mucho menos.
Buena prueba es que recientemente ambos hermanos coincidieron durante el funeral de su tío, Robert Fellowes, pero no cruzaron ni media palabra. "Llegaron muy discretamente y mantuvieron la distancia. No se les vio hablar", informaban en el periódico 'The Sun'. Un reencuentro que fue de lo más comentado, por lo que no sorprende que el príncipe quiera mover nuevamente ficha para acercarse a su familia. Eso sí, no está dispuesto a hacerlo si su hermano no cede y también admite sus propios errores, ya que los dos llegaron incluso a las manos en medio del conflicto.
Las explosivas memorias de Harry marcaban un antes y un después, ya que en ellas el hijo de Lady Di destapa algunos incidentes realmente impactantes y que no dejan en muy buen lugar a la familia real. Al igual que la entrevista que tanto Harry como Meghan Markle concedieron a Oprah Winfrey y donde acusaban a los Windsor de ser racistas, además de haber hecho vivir a la duquesa de Sussex un auténtico infierno hasta el punto de plantearse el suicidio. Acusaciones muy graves que manchaban irremediablemente la imagen de la realeza, pero que también les llevaban a ganarse muchos detractores.
Según informa 'The Mirror', el duque de Sussex no se plantea volver a Reino Unido bajo ningún concepto, pero sí que mantiene el contacto con sus ex ayudantes y amigos, aunque serían "puramente para consejos estratégicos y amistosos".