Juan Carlos I ha reaparecido en medio de todo el revuelo generado con las polémicas imágenes en las que aparece besándose con Bárbara Rey y terminarían por confirmar lo que siempre ha sido un secreto a voces. Un romance intenso, que la propia vedette aseguraba que había durado durante varios años. Es más, por esas imágenes Bárbara Rey daba a entender que incluso había recibido fuertes amenazas, aunque ahora ya han visto la luz gracias al medio neerlandés 'Privé'.
Una fuerte revelación que ha coincidido justo con la presencia del emérito en Sanxenxo, donde se encuentra disfrutando de las regatas refugiado en casa de su gran amigo, Pedro Campos. Hasta el momento, ni Casa Real ni el propio Don Juan Carlos se han pronunciado respecto a lo que supone esta nueva polémica, y el monarca ha procurado seguir con la ruta que tenía estipulada durante su visita a España y no ha cambiado de planes.
Al menos, hasta primera hora de la tarde de ayer, cuando Don Juan Carlos por fin decidía abandonar la casa de su querido amigo Pedro Campos, aunque no lo hizo para atender las regatas según lo esperado. El rey, para sorpresa de muchos, decidía acercarse hasta la Escuela Naval de Marín, donde actualmente se encuentra estudiando su nieta Leonor. Y, allí, también tuvo la oportunidad de reencontrarse con los reyes Letizia y Felipe.
A su salida, el emérito se ha limitado a saludar con la mano y mantener la mirada al frente, sin contestar ninguna de las preguntas de los periodistas. Además, hemos podido ver que iba vestido de manera bastante formal y arreglada. Sobre ese encuentro, poco más se sabe, salvo que ha trascendido en la más estricta intimidad.
Durante estos últimos días, lo cierto es que Juan Carlos I ha limitado sus salidas públicas. Por ejemplo, el monarca pudo disfrutar de una buena mariscada que se han encargado de llevarle a su domicilio, tal y como pudieron captar los reporteros y cámaras presentes en el lugar. Algo, que no sorprende, ya que sabemos que al rey Juan Carlos I le encanta el marisco y siempre aprovecha para comer en los mejores restaurantes de la zona durante sus visitas. Eso sí, esta vez el emérito ha procurado no dejarse ver tanto.
Durante la mañana de ayer también estaba previsto que Juan Carlos I asistiese a la Reunión de Patrones, aunque cambiaba de planes quizás con intención de evitar el acoso mediático. Justo por eso, muchos se preguntaban cuando se produciría esa salida oficial y que ha generado tanta expectación. De hecho, una gran cantidad de medios se reunieron enfrente de la casa de Pedro Campos a la espera de captar esas codiciadas instantáneas. Y es que esta situación tan complicada coincide también con la próxima publicación de sus memorias: 'Reconciliación'.
Luego, a las 16:00 de la tarde, Juan Carlos I tenía pendiente embarcar en el Bribón, que es la misma hora a la que comienzan las regatas. Así, muchos planteaban la posibilidad de que fuese a apurar hasta el último minuto para dejarse ver. Sin embargo, finalmente la famosa embarcación ha salido a navegar a su hora y sin la presencia del emérito, quien tenía otros planes: acercarse hasta la Escuela Naval de Marín.
Desde que se supo que Juan Carlos I iba a pasar unos días en Sanxenxo, ya cabía la posibilidad de que fuese a reencontrarse con su nieta Leonor, que sigue con su formación en la Escuela Naval de Marín. Un encuentro que, dadas las circunstancias, nos ha pillado totalmente por sorpresa. Mientras que, por otro lado, Doña Sofía y las infantas, junto con algunos de sus hijos (Irene y Miguel Urdangarin) se han dejado ver en Grecia para atender la boda real.
Precisamente, la infanta Cristina fue de las primeras "en dar la cara" en medio de este nuevo huracán mediático. A pesar de que no ha pronunciado palabra, los medios no han querido desaprovechar la oportunidad de preguntarle por las comentadas imágenes durante su asistencia al funeral de Juan Miguel Villar Mir.