La historia de amor de Carlos III y Camila es de esas que duran toda una vida, por lo menos eso parece porque, aunque la pareja celebre en 2025 sus veinte años casados, para conocer el principio de su relación hay que ir hasta el año 1971, que fue cuando se conocieron y enamoraron por vez primera. 

El destino no quiso que se casaran entonces, el destino y las normas arcaicas del momento, que señalaban que ningún hombre de la familia real, y menos el heredero, se podría casar con una mujer que no fuera virgen. Camila tenía un pasado y eso fue un motivo de peso para que, cuando Carlos se embarcó durante ocho meses, lo hiciera sin pedirle matrimonio, lo que provocó que ella volviera con su expareja y, con un poco de presión de los entornos, acabara comprometida con Andrew Parker-Bowles. 

La relación de Carlos III y Camila ha sido una montaña rusa de emociones, han pasado tiempo separados, también han estado juntos a pesar de estar casados con otras personas y, cuando parecía que estando ambos solteros podrían ser una pareja públicamente, la muerte de Diana de Gales hizo que tuvieran que ocultar de nuevo su relación. Fue un duro golpe para todos, Lady Di era muy amada y eso convertía a Camila en el ‘enemigo público’ de los ciudadanos británicos. 

El tiempo todo lo calma y gracias a ello pudieron abandonar la clandestinidad y comenzar a dejarse ver en público. Una decisión firme que se consolidaba en el año 2005 con una boda civil y bastante discreta, una boda diseñada para unir a dos personas que se casaban en segundas nupcias, aunque con una celebración un poco mayor al haber una segunda ceremonia, que no era una boda, sino una bendición a su unión por parte de la iglesia. 

Ahora, Carlos III ocupa el lugar que por nacimiento estaba destinado a tener, es Rey de Inglaterra, y Camila está a su lado, como siempre ha estado, convertida en Reina, pero ¿quién les presentó? ¿Quién es responsable de que sus vidas quedaran entrelazadas para siempre?

Habitualmente se cuenta que la pareja se conoció en un partido de polo en Windsor Great Park, era el año 1971 y la encargada de presentarles fue Lucía Santa Cruz, hija del embajador de Chile en Reino Unido. “¿Sabía que mi bisabuela fue amante de su tatarabuelo?”, sería lo que Camila le dijo a Carlos III, un comentario que hizo saltar la chispa y la complicidad entre ellos. Según algunos biógrafos del Rey, hay otra versión de lo sucedido. 

Lucía Santa Cruz fue uno de los primeros amores del príncipe Carlos, finalizada la relación quedó una bella amistad, motivo por el que Lucía ejerció de celestina con Camila y les presentó durante una fiesta en su casa. Ella habría sido quien pronunció esa mítica frase, según recogen en Vanity Fair, una introducción que habría rematado con un “Ahora tenéis que mezclar vuestros genes”. El resto, como se suele decir, es historia. 

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