La vida de los miembros de la casa real japonesa es más que ajetreada. Si ya la sociedad japonesa se escandalizó con la historia de Mako, al dejar la familia y trasladarse a Nueva York, la princesa Toshi tampoco se lo está poniendo fácil.
Aiko es la única hija del emperador Naruhito. Fue hace cinco meses cuando la familia real japonesa comunicó una noticia que le cambiaría la vida: su tío, Fumihito, pasaría a ser el príncipe heredero designado al Trono del Crisantemo. A la ceremonia acudieron su madre, Masako, su tía, Kiko y sus primas, Mako y Kiko. Pero ella se quedó sin invitación. ¿La razón? Su corta edad y su posición.
Y parece ser que a partir de ahora tampoco lo va a tener fácil. La Casa Imperial posee un tradicional presupuesto de 30 millones de yenes para las joyas con las que las princesas son agasajadas cuando cumplen 20 años. Como ya hicieron sus antepasadas, ese dinero se suele destinar a diseñarse una tiara y unos pendientes a juego que suelen lucir en sus momentos más especiales. Aiko cumplió el pasado 1 de diciembre 20 años, pero se ha quedado sin este regalo. La decisión fue tomada por la casa real a raíz de los problemas económicos surgidos en el país por la crisis del covid.
A pesar de todo, y dado que para la casa real japonesa las joyas son muy importantes, Aiko no lo tiene todo perdido. Cabe destacar que ella y su familia podrán comprarle una tiara o unos pendientes, pero siempre que lo hagan a través de la partida que reciben para sus gastos diarios. También, podrá ser que algún familiar se la preste para lucir en esos momentos cruciales de su vida. Aunque eso sí, todas ellas saben que las joyas reales no les pertenecen, sino que son propiedad del Estado, tal y como dicta la Constitución japonesa. Por eso, Mako tuvo que dejar las suyas cuando se casó con un plebeyo el pasado mes de octubre.
Además, parece ser que su elección, dentro del joyero familiar, no va a ser nada fácil. Hay algunas tiaras que son de uso exclusivo para la emperatriz consorte, mientras que otras son un regalo a alguna otra princesa, de menor estatus de Aiko. También, todas las tiaras disponibles pertenecen a los Akishino -la familia de su tío-.
En estos últimos años también se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que una mujer herede el trono japonés. Por ahora, el gobierno se ha opuesto a este cambio, alegando que ya nombraron a Fuhimito heredero por una razón: para que Japón se quedara sin emperador.
Lo cierto es que la vida de Aiko no ha sido nada fácil. La joven tuvo que salir del colegio e irse a estudiar a casa ya que fue víctima de bullying. A pesar de todo, Aiko fue capaz de acabar el instituto y desde febrero de 2020 estudia Lengua y literatura japonesa en la Universidad de Gakushuin. Además, la joven toca el violonchelo y le encanta el baloncesto.