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Desde que llegó la casa real inglesa, Lady Di se convirtió en todo un icono. Este 2022 hará 41 años que Diana Spencer y el príncipe Carlos decidieran comprometerse y comenzar, así, una vida en común llena de altibajos. En ese momento, además del futuro matrimonio, también fue protagonista el anillo de compromiso. Un anillo que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las joyas más famosas del mundo. Hace unos años volvió a estar entre todos después de que el príncipe Guillermo lo rescatara para entregárselo a su novia, Kate Middleton. Pero, ¿qué hace que este anillo sea especial?
Lo más normal dentro de las casas reales es que los anillos de compromiso se elijan de entre todos los que hay en el joyero real. Pero esta vez el príncipe Carlos decidió dirigirse a la joyería Garrard, donde lo eligió de su catálogo. Se trataba de la joyería de confianza de los Windsor, aunque su decisión fue de lo más criticada y comentada. Los ingleses pensaban que una futura reina debía lucir una pieza exclusiva y no un anillo que formara parte de un catálogo y que podía estar al alcance de cualquiera.
A pesar de no estar dentro del joyero real, el príncipe Carlos sí que se inspiró en otra joya muy especial. Lo cierto es que el anillo siempre ha recordado mucho a un broche muy querido por parte de Isabel II. Este fue un regalo del príncipe Alberto a la reina Victoria para su boda e Isabel lo llevó como ‘algo azul’ que hay que lucir siempre en una boda.
Además, también fue muy especial para la propia Diana. A Lady Di este le recordaba al anillo de compromiso de su propia madre, Frances Roche. Tanto es así que, después de haberse divorciado, Diana siguió luciendo esa pieza tan bonita y especial.
Tras su fallecimiento, el anillo de compromiso recaló en el príncipe Harry. Pero eso sí, cuando él se enteró que Guillermo le iba a proponer matrimonio a Kate no lo dudó ni un momento y se lo entregó a su hermano. Eso sí, parece ser que a Harry nunca le llegó a gustar mucho el anillo de su madre, ya que al cogerle la mano le hacía daño debido a su tamaño y a su forma.
Así, cuando Guillermo le pidió matrimonio a Kate, el anillo se convirtió en una de las joyas más buscadas. Tanto fue así que el Palacio de Bukingham lanzó una línea de imitación para su tienda de regalos. Eso sí, Kate pidió que se retirara de la venta, debido a que era una joya con mucho valor sentimental y muy especial para la pareja. Tanto es así que la duquesa de Cambridge ha decidido no transformarlo en exceso y, por eso, está casi intacto a cuando lo llevó Diana por última vez.