Hace ya cinco años que Bibiana Fernández tuvo que abandonar su casa de Boadilla del Monte debido a un problema con Hacienda. La artista decidió entonces vender el que había sido su hogar y mudarse a un piso en el centro de Madrid. El disgusto de dejar atrás muchos años de recuerdos fue finalmente menor de lo que esperaba cuando se reveló que los nuevos propietarios de la vivienda no eran otros que Alaska y Mario Vaquerizo, amigos íntimos de Bibiana desde hace muchos años. Pero con la llegada de la pandemia, Fernández volvió a trasladar su domicilio a las afueras de la capital: así es por dentro el espectacular chalé en el que vive actualmente junto a sus caniches.
Fue en febrero de 2020 cuando la actriz volvió a hacer las maletas para dejar el barrio de Chmaberí e instalarse de nuevo en una zona residencial en los alrededores de Madrid. La llegada de la pandemia de coronavirus a nuestro país solo unas semanas después provocó que Bibiana pasase el confinamiento de aquella época en su nuevo hogar, una ocasión que aprovechó para decorarlo a conciencia: la también presentadora es una verdadera apasionada del diseño y del interiorismo, y su chalé es una buena prueba de ello.
Fernández reside actualmente en una casa de una sola planta y con ladrillos vistos, que se encuentra rodeada de una amplísima finca con jardín, porche y piscina. Desde que se instaló en ella, Bibiana ha mostrado de forma habitual cada uno de los rincones que la integran en su cuenta de Instagram. Sus más de 460 mil seguidores conocen al dedillo la vivienda de la actriz, tanto por fuera como por dentro. La omnipresencia de antigüedades y piezas únicas de diseño, la apertura de los espacios interiores al exterior, la madera, los detalles florales o las obras de arte son algunas de sus principales características.
El salón es una estancia que destaca por su gran luminosidad y por la sensación de integración total con respecto al jardín y al porche gracias a los grandes ventanales que sustituyen a las paredes exteriores de la habitación. El suelo es de madera, material presente también en los muros interiores, que se intercalan con partes y columnas de pequeños ladrillos. Uno de los protagonistas es un gran sofá de cuero blanco, en forma de ele, cubierto de cojines en blanco y negro. Frente a él se sitúa una mesa baja de cristal con fotos y libros.
Pero el del salón es realmente un espacio muy abierto, que integra otros ambientes. Uno de los rincones es el del mueble bar, una pieza vintage de madera oscura, alrededor del cual se distribuyen varios sillones grises y dos taburetes naranjas.
En la esquina opuesta a la de los sofás, prácticamente integrado en el jardín se encuentra un coqueto rincón de lectura, cercano a una impresionante chimenea de obra. Incluye una mesa de cristal redonda con pata de oro, sobre una alfombra de piel moteada. La butaca, de terciopelo verde, está rodeada de bustos de estilo africano, las paredes de ladrillo, una lámpara de pie y varias plantas. Completa la escena un espectacular guepardo de porcelana.
El comedor, en el mismo cuarto, es un espectacular espacio que condensa también varias de esas notas comunes a toda la vivienda. La mezcla de madera y ladrillo se complementa aquí por varias piezas de diseño. Una gran alfombra persa en color claro cubre buena parte del suelo, y sobre ella descansa la mesa, con tablero de cristal, y varias sillas de color negro y cojines rojos. Al fondo, dos impresionantes consolas en negro y blanco de estilo art decó. La lámpara de techo, de estilo nórdico, tiene forma de piña invertida.
Otra de las habitaciones que hemos podido conocer es el dormitorio principal. Se trata de un cuarto con un estilo diametralmente distinto, en el que predomina el color y se juega con la oscuridad de las paredes y ciertas piezas del mobiliario. La cama incluye ropa en color azul oscuro, a juego con la gran alfombra del suelo, pero el gran protagonista aquí es un impresionante biombo chino extendido en una de las paredes, que funciona como cabecero del lecho. Además, se distinguen las mesillas de época, con enormes lámparas con pie de plata y pantalla negra. En la pared cuelgan sendos apliques con forma de hoja que aportan calidez al conjunto.
El porche es una de las zonas que más hemos visto en sus redes, donde suele realizar planes al aire libre junto a su popular pandilla de amigos vips. Se diferencia en dos espacios distintos, ambos marcados por las paredes de ladrillo, las baldosas coloradas y las largas cortinas blancas. Por una parte encontramos un comedor exterior, con una larga mesa de tablones de madera clara y caballetes negros, rodeada de sillas de diseño blancas.
Por otra, cuenta con un espacio tipo chill out, con un sofá color crema que suele cubrir con telas, y varias sillas de materiales naturales, con alfombra a juego. Completan el rincón una pequeña mesa baja de madera y un baúl de mimbre con una lamparita hecha en ratán. Es habitual ver posar a la actriz junto a amistades o con sus tres caniches, Joe, Hope y Juana.
Bibiana muestra también con asiduidad su piscina, rodeada de baldosas claras por todo su perímetro, que se sitúa sobre una gran extensión de césped, en la que se suelen encontrar unas espectaculares tumbonas de diseño. En los márgenes de esta se distingue abundante vegetación, entre distintos árboles y arbustos, lo que permite dar a la casa y al jardín cierta privacidad con respecto a las viviendas colindantes.