Desde que el pasado mes de enero Violeta Mangriñán puso rumbo a su nueva vida en Valencia parece que el destino no quiere que la influencer disfrute de su nuevo hogar como le gustaría. En el escaso mes que ella y su familia llevan viviendo en la casa que se ha construido en su terreta, los inconvenientes relacionados con la mudanza, los muebles o la casa no han parado de sucederse.
Primero fue el retraso de la mudanza. A pesar de que la obra finalizó en noviembre, Violeta decidió que esperaría a que acabasen las fiestas navideñas para dar el gran paso. Una vez instalados, los obstáculos continuaron y, a las pocas semanas de comenzar a vivir en su chalet de más de 500 metros cuadrados, la joven se llevó un susto bastante grande. Dos hombres en un Audi negro llevaban varios días rondando las inmediaciones de la casa, e incluso llegaron a tener un encontronazo con Lila, la hermana pequeña de la influencer, cuando esta paseaba a su perrita Canela.
A pesar de que todo quedó en un susto, Violeta aún no ha podido disfrutar plenamente de su nuevo refugio, y ahora que parecía que todo volvía al orden, un nuevo contratiempo ha hecho estallar a la influencer en su perfil de Instagram. "Solicitamos el gas en julio, a finales de diciembre/enero nos dijeron que lo tendríamos para el 14 de febrero, y hoy nos dicen que se va a retrasar, que lo tendremos para abril", comenzaba a contar la joven a través de la red social.
Estos retrasos en la instalación del gas en Villa FaVioleta están provocando que la pareja tenga que bañar a su pequeña Gala, primera hija en común de la influencer con el cantante Fabio Colloricchio, "calentando el agua en jarras". A ella le da igual bañarse con agua fría, sin embargo, a su bebé de seis meses ni puede, ni quiere tener que hacerlo.
Muy cabreada, ha asegurado que siente "mucha rabia" y que "es una vergüenza" que la compañía no se responsabilice de sus actos. A este enfado de Violeta, en el que ha afirmado que está "hasta las narices de que me tomen el pelo", se ha sumado otro provocado por la pérdida de una bolsa muy valiosa en su último viaje a Londres.
Violeta olvidó en la cabina del avión una bolsa que contenía el vestido, las joyas y los zapatos que una lujosa marca le cedió para un evento en la capital londinense. Al acordarse, justo antes de bajar del aeroplano, la influencer quiso recular para recuperarla, sin embargo, la política de la empresa con la que volaba se lo impidió. A pesar de que la compañía le aseguro que recuperaría sus objetos, ha pasado más de una semana y aún no sabe nada de ello. Para la influencer es importante recuperar la bolsa, en la que hay más de 3.000 euros en ropa y de la que asegura que nadie se ha hecho responsable. La joven, que en la últimas semanas no ha pasado por su mejor momento, ha asegurado que si no lo recupera no dudará en denunciar a la compañía.
Violeta no ha pasado una buena racha últimamente. A los problemas que han acontecido con su casa, a los que se ha sumado que hasta hace unos días la pareja no tenía estructura ni somier para su cama y que aún quedan muchos retoques como cambiar algunos ventanales defectuosos o terminar de pintar la planta alta, se le ha añadido la preocupación por tener que acudir por primera vez al hospital con Gala.
La pequeña de la casa ha tenido infección de orina, lo que preocupó mucho a sus progenitores, que en estos seis meses no habían tenido ningún susto con la salud de su hija. Ahora que los medicamentes han hecho efecto y la niña se ha recuperado, su madre puede respirar tranquila. "Gala ha bajado un poco de peso, así que toca recuperar" confirmaba Violeta que parece haber superado esta primera enfermedad de su pequeña.