Violeta Mangriñán veía cómo uno de sus sueños se hacía realidad a principios de año. La creadora de contenido se mudaba a Valencia para iniciar una nueva etapa vital en ‘Villa Favioleta’, su nueva casa. Durante meses, la exconcursante de ‘Supervivientes’ ha puesto todas sus ilusiones en este inmueble que ha decorado a su gusto. Allí ha construido el hogar de sus sueños, donde vive con Fabio Colloricchio y Gala, la hija que tienen en común. Tras años viviendo en la capital lejos de su familia, volvía a su tierra para disfrutar de sus padres, de su hermana y de sus amigos.
Lo que no esperaba es que un par de meses después de instalarse recibiría “una oferta muy suculenta” por este chalet con piscina y jardín. Una propuesta que llega tras reconocer públicamente que se siente “insegura” en la vivienda al estar acostumbrada a vivir en un piso y no en una casa tan amplia. Una sensación que se potenció cuando se percató de que dos hombres rondaban las inmediaciones.
Sin embargo, Violeta se ha ido adaptando a su nuevo hogar e incluso hace unos días manifestó su deseo de que llegase el buen tiempo para disfrutar de su jardín. Una tranquilidad que se ha visto interrumpida por esta oferta que está valorando si aceptar. “No tengo que tomar la decisión ya, sería para dentro de medio año, o sea que tengo un plazo más que razonable para decidirlo”, reconoce que está “todo el día” hablando a sus seres queridos para saber su opinión.
Por un lado, la influencer piensa que debería vender la vivienda porque su filosofía de vida es "todo pasa por algo”. Además tiene miedo de que no se plantee una propuesta igual de buena en el futuro si algún día quiere deshacerse de ella. Por otro lado, le da pena porque esta casa era un sueño para ella y han sido dos años “de palizón” para ponerla a punto: “Me acabo de mudar y la he dejado preciosa, me digo: ‘No seas tonta y disfrútala’. Además, si esa oferta se ha presentado ahora, imagínate en unos años”.
“Estoy sensible todo el día, llorando, como si tuviese un drama y es una cosa buena, pero es que le doy muchas vueltas a las cosas", ha asegurado Violeta, que ha recibido todo tipo de opiniones. Fabio le ha recomendado hacer lo que ella sienta. De hecho, el cantante no vive de forma continua en Valencia, ya que por su trabajo se tuvo que alquilar un piso en la capital. Su hermana Lila tampoco sabe qué aconsejarle, mientras que sus padres no se ponen de acuerdo: su madre se decanta por el ‘no’ y su padre por el ‘sí'. "¿Conclusión? Me quedo igual de confusa que antes de hablar con ellos", afirma Violeta, que no sabe adónde se mudaría en el caso de aceptar.