Como puedo adelantar Divinity.es en exclusiva, a finales del pasado mes de mayo Inma Cuesta se convirtió en madre por segunda vez. La actriz y su novia tuvieron a su segundo hijo después de un embarazo tranquilo (el primero para ella) y que ha podido disfrutar mucho, en sus propias palabras. Desde entonces, la intérprete no ha hecho menciones a esta nueva maternidad, que llega cuatro años después del nacimiento de su primogénita. Pero ahora ha hecho una excepción. ¿El motivo? Mostrar a sus más de setecientos mil seguidores cuál es el aspecto de la habitación que ya tienen preparada en casa para el benjamín de la familia: así es por dentro.
La actriz valenciana se ha mostrado siempre muy reservada con respecto a la exposición de su vida privada. Y lo cierto es que, pese a ser una de las intérpretes más conocidas del panorama audiovisual patrio, lo ha conseguido. Muy poco se sabe sobre su intimidad, y la práctica totalidad de los datos sobre ello han salido a la luz por decisión de la propia Cuesta. Fue así como, por ejemplo, no trascendió que había sido madre de su primera hija hasta que la niña tenía ya dos años.
Pero es cierto, al mismo tiempo, que la actriz ha cambiado al respecto últimamente, hablando con mayor naturalidad sobre su situación personal y familiar, cuando ha sido preguntada por la prensa o cuando ella ha querido compartir alguna novedad. Este segundo punto es el que se ha producido ahora, cuando ha mostrado en sus stories de Instagram algunas de las cosas que ya han preparado para su segundo hijo.
Inma ha mostrado, en primer lugar, la hamaca del bebé, un accesorio muy útil en estos primeros meses, que servirá para que descanse, pero también para que pueda observar su alrededor y esté entretenida. Cuesta ha enseñado un modelo en gris apoyado en el césped del jardín de una casa, que podría ser la vivienda en la que vive junto a su pareja, a las afueras de Madrid.
Además, la actriz ha enseñado un pequeño rincón del cuarto de su hijo. Se trata de la esquina en la que se sitúa el cambiador de pañales del bebé. Se trata de un espacio de paredes blancas y baldosas en color claro, que recibe abundante luz natural. Allí se encuentra una cómoda en madera y blanco, con varios cajones y sobre la que se sitúa el cambiador, así como una pequeña jirafa de peluche.