El verano es la época perfecta para pasar tiempo en familia al aire libre, y son los niños los que más disfrutan de esos ratos de diversión. Pero también es la época en la que los mosquitos están especialmente activos, sobre todo a primera hora de la mañana y a última de la tarde. Y como sin duda quieres mantenerlos lejos de ti y de tu familia, nada como prevenir que ataquen cuando menos te los esperas. Te contamos cómo evitar picaduras de mosquitos en niños, que también puedes aplicar en adultos.
Si sabes cuáles son las zonas en las que más mosquitos se acumulan, puedes evitar que tus hijos estén en ellas a primera hora de la mañana y a última de la tarde. A veces son las zonas verdes que hay en algunas playas o cerca de una piscina en la que hay vegetación.
Si sabes que vas a estar en una zona con muchos mosquitos, la ropa puede ser una buena herramienta para evitarlos. Viste a tus hijos con ropa de colores claros y, a ser posible, de manga larga, tanto en brazos como en piernas. Aunque pueda parecerte muy caluroso, los tejidos como el algodón o el lino son muy fresquitos y ayudan a proteger también del calor.
Los olores fuertes atraen a los mosquitos, así que procura duchar a los niños con jabones neutros sin aroma y deja las colonias y perfumes para otra época del año. Será más difícil que se conviertan en un objetivo para sus picaduras.
Si estáis en una casa en la que los mosquitos entran y salen a su antojo, las mallas en las ventanas son la solución perfecta para evitar que se cuelen y os piquen a todos. Si estás en una casa solo para las vacaciones, puedes colocar una de manera temporal para los días que vayáis a estar.
A menos que estéis en una zona en la que la cantidad de mosquitos sea verdaderamente alarmante o alguno de tus hijos sea alérgico a sus picaduras, es mejor evitar los repelentes convencionales. Su composición incluye químicos muy fuertes que pueden causar irritaciones en la piel o los ojos. Prueba mejor con repelentes naturales, como la citronela o el romero.
Los mosquitos buscan los lugares calurosos, así que mantener la casa fresca puede ahuyentarlos. Si tienes aire acondicionado, climatiza la casa en las horas en las que suelen hacer su aparición.