María Pombo ha comenzado el año por todo lo alto. La influencer acaba de anunciar el estreno de la segunda temporada de su propio documental, ‘Pombo’, que verá la luz el próximo 23 de febrero. Además, tal y como ha compartido con sus seguidores, ya ha comenzado a hacer la mudanza de su nueva casa, cuya construcción acaba de terminar.
María siempre ha tenido una conexión especial con Cantabria donde, desde muy pequeña, ha pasado los veranos junto a sus primos y hermanas, Lucía y Marta. En un primer momento, el deseo de la influencer era adquirir una propiedad allí junto a toda su familia. Sin embargo, y debido a la tensión que habría aumentado estos últimos meses con algunos de sus familiares, finalmente lo ha hecho con su marido, Pablo Castellano, aunque al lado de la suya también estará la de sus padres y sus hermanas.
Hace un año, ambos se embarcaban en la aventura de la construcción de una de sus casas, la tercera para la pareja. Adquirieron un terreno en la localidad de Galizano, en Ribamontán de Mar, del que ya mostraron las primeras imágenes, cuya apariencia ahora ha dado una vuelta de 180 grados.
Y es que Pombo acaba de compartir en sus redes sociales los avances llevados a cabo durante este tiempo a través de unas fotografías que muestran algunas de las estancias de la casa que ya están comenzando a ser amuebladas. “¿Me escucháis llorar de emoción?”, ha escrito en una de las publicaciones en la que ha enseñado el luminoso baño, con las paredes en blanco, los lavabos contrastando en azul y un gran ventanal con vistas al monte y al mar, cercano a la playa de Langre, lugar en el cual Castellano pidió matrimonio a Pombo.
Del mismo modo, también ha dejado ver un trocito del salón, con las paredes en madera azul gastado y decorado con una estantería rústica y unas sillas con apariencia antigua que ha desvelado haber encontrado en el rastro de Madrid.
Tal y como se aprecia en otros stories en los que aparecen cajas y un camión lleno de mobiliario, a María y Pablo les esperan unos días de mudanza pero cargados de emoción e ilusión por poder inaugurar su nueva propiedad en la cual disfrutarán de las próximas vacaciones.
Al comenzar su relación, la pareja se mudó a un piso en Bernabéu. Posteriormente, reformaron una casa en Arturo Soria, donde vivieron hasta que en 2022, meses antes del nacimiento de su primera hija, Vega, adquirieron un chalet de 600 metros cuadrados en una de las urbanizaciones más exclusivas de la capital madrileña, valorada en dos millones de euros.