Daniel Alves fue condenado hace unos meses a cuatro años y medio de cárcel por agredir sexualmente a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona en diciembre de 2022. Tras catorce meses en el centro penitenciario Brians 2, en la Ciudad Condal, la Audiencia le impuso una fianza de un millón de euros para salir en libertad provisional. Un dinero que, bajo las palabras de su propia abogada, no tenía en sus cuentas. Sin embargo, aunque el brasileño no logró depositar esa cantidad en las cuentas del juzgado durante las primeras horas, el lunes 25 marzo lo logró. A la espera de que la sentencia de 4 años y 6 meses sea firme, el ex jugador del F.C. Barcelona ha salido de la cárcel.
Seguido por los medios de comunicación, Alves fue fotografiado a su llegada a su casa. Y es que, más allá de sus proyectos empresariales, el futbolista invirtió en propiedades. El ex jugador tiene una mansión en Sao Paulo, Brasil y un chalet de lujo de más de 650 metros cuadrados en una zona exclusiva de Cataluña. Valorada en cinco millones de euros, fue adquirida por el brasileño en 2010, poco después de unirse al club catalán.
Una residencia que comparte junto a su pareja, Joana Sanz y que se podría convertir en su hogar de retiro tras ser puesto en libertad provisional. Dotada de un gran jardín con piscina, un garaje con capacidad para varios vehículos y su propio gimnasio, es una casa moderna equipada con toda clase de lujos. Si quieres saber cada detalle sobre el hogar del futbolista, ¡dale al play en el vídeo que encabeza la noticia!
Situada en Esplugues de Llobregat, un municipio situado en la frontera con Barcelona donde también residen otros futbolistas como Gerard Piqué, es un lugar perfecto para estar lejos de la atención mediática Un refugio de elegancia y encanto ubicado en lujoso barrio de Ciudad Diagonal que sirve como hogar para el ex jugador y su esposa Joana Sanz, modelo internacional. La casa que comparten es mucho más que una simple residencia; es un oasis de estilo y serenidad donde convergen el mundo del fútbol y la alta moda.
La casa de Dani Alves y Joana Sanz refleja la esencia del estilo de vida mediterráneo con un toque de sofisticación y modernidad. Una residencia que combina elementos arquitectónicos tradicionales con comodidades contemporáneas para crear un ambiente acogedor y lujoso.
Desde el exterior, la casa irradia elegancia discreta, con una fachada de ladrillo impecablemente cuidada y un exuberante jardín que invita a la tranquilidad y la relajación. En el interior, espacios luminosos y bien ventilados se combinan con detalles de diseño cuidadosamente seleccionados para crear una atmósfera de refinamiento y buen gusto
Para el deportista y la modelo, su casa es mucho más que un lugar para vivir; es un santuario donde pueden desconectar del ajetreo del mundo exterior y encontrar inspiración en la tranquilidad de su entorno. Con amplias áreas de estar y dormitorios elegantemente decorados, la casa ofrece un refugio de paz y serenidad en medio del bullicio de la ciudad.
Un interior donde la iluminación y la amplitud cuentan con un papel principal, puesto que las salas que dan al amplio jardín están provistas de grandes ventanales que dejan entrar la luz. Además, está provisto de suelos de mármol y piedra blanca que reflejan esa luminosidad natural.
Con una combinación de elementos modernos y tradicionales, la cocina ofrece un equilibrio perfecto entre funcionalidad y estética. Los acabados de alta calidad, los electrodomésticos de última generación y los detalles de diseño cuidadosamente seleccionados crean un ambiente elegante y acogedor que invita a la creatividad culinaria. De tonos neutros y con una luz que rebota en cada pared de la estancia, está dispuesta de una gran isla de color blanco a conjunto con el resto de muebles y con las lámparas de techo.
El baño refleja el gusto refinado y la atención al detalle de la modelo. Con un diseño contemporáneo y minimalista, el espacio está adornado con materiales de alta calidad y acabados elegantes que crean una atmósfera de lujo discreto. Los tonos claros y las líneas limpias contribuyen a una sensación de serenidad y calma, mientras que elementos decorativos cuidadosamente seleccionados añaden un toque de estilo personal. Destaca especialmente el hecho de que esté provista de una amplia bañera que independientemente de su diseño elegante, invita a sumergirte en un baño relajante.
Los espacios exteriores también juegan un papel importante en la vida cotidiana de la pareja. Un jardín privado y una piscina reluciente proporcionan un oasis de frescura y calma durante los cálidos días de verano con muebles de madera adaptados al aire libre y unos sofás con cojines blancos que incitan a disfrutar cada rayo de sol. Además para lograr una mayor intimidad, la pareja ha dispuesto unos setos alrededor de este espacio que les proporciona un sitio seguro lejos de miradas indiscretas. Como en el resto de la casa, el suelo es de piedra blanca, donde está dispuesto también como decoración varias palmeras, que evoca a un sitio paradisiaco.
Además de ser un lugar de descanso y reflexión, la casa de Dani Alves y Joana Sanz es un espacio para la celebración y el compartir. La pareja recibe regularmente a familiares y amigos en su hogar, organizando cenas y eventos sociales donde pueden disfrutar de momentos de alegría y camaradería en un ambiente íntimo y acogedor. Muestra de ello es el amplio jardín provisto de una gran terraza con una barbacoa para disfrutar del buen tiempo.
Para estar en forma durante los días que pasaba por su casa, el exjugador no se había olvidado de agenciar un espacio para mantenerse en forma y entrenar día a día gracias a su gimnasio privado y totalmente equipado.