Los rumores de crisis -y divorcio- resuenan cada vez más fuertes para Jennifer López o Ben Affleck, tan solo unos meses después de su matrimonio. Lo cierto es que sus apariciones públicas están siendo menos habituales de lo que nos tenían acostumbrados, y ahora otro detalle parece haber desatado todas las alarmas: la puesta en venta de su mansión californiana.
La pareja posee varios inmuebles de lujo en Beverly Hills (Los Angeles), Nueva York y Miami pero, por ahora, la que han decidido poner a la venta es la primera, anunciada desde hace semanas en el portal inmobiliario Zillow. Ni dos años han pasado desde que la adquiriesen, pues la compraron a finales de 2022, y es que precisamente hace apenas unos días, dicha web colgaba el cartel de ‘vendido’, por casi 61 millones de dólares, así que, con o sin ruptura, lo cierto es que esta majestuosa mansión parece que ya no forma parte del elenco de propiedades del famoso matrimonio.
Sea como fuere, la que fuera residencia de la estrella latina y el actor, tiene todos los ingredientes para convertirse en la casa de los sueños de muchos. Se encuentra situada en un enclave estratégico de Beverly Hills, a solo veinte minutos en coche del mayor aeropuerto privado de la zona, que confiere un plus de comodidad a sus huéspedes a la hora de viajar. También se encuentra en la cima de una colina, alejada del bullicio, ofreciendo la privacidad deseada a quien habita en su interior, ya que su situación permite “observar sin ser vistos”, siendo ese quizás uno de los motivos que atrajo a sus anteriores propietarios, el actor Danny DeVito y al magnate James Parker.
En cuanto a la casa, posee una extensión de 29.000 metros cuadrados y todo tipo de lujos y comodidades para que no entren ganas de salir de ella, como probablemente les ocurra a Cristiano Ronaldo y Georgina en su mansión en "la isla de los ricos". Por un lado, el fastuoso jardín, en el que no falta una piscina infinita y un gran porche con hamacas, mesas, y todo lo necesario para organizar todo tipo de fiestas en su interior, como puedes ver en detalle en el vídeo de apertura.
De hecho, la pareja no se corta a la hora de subir a sus redes sociales algunos de los ‘saraos’ que organizan (con bailes incluidos). Tampoco falta un parking en el que caben un total de diez coches, y también cuenta con una pista de tenis y cancha de baloncesto.
Aunque por fuera su apariencia sea moderna y minimalista, por dentro es todo lo contrario. Techos altos, acabados marmolizados, armarios de madera… Un estilo bastante clásico que contrasta con el exterior en el que destacan los grandes ventanales que le dan mucha luz, y una gama de color basada en el beige, gris y tonos tierra. A sabiendas de que a la cantante le gusta bastante la ostentación, encontramos lámparas de araña y mobiliario de lujo en prácticamente cada rincón (en su caso, parece que el “más es más” funciona a la perfección).
Desde luego en estos años no han tenido problemas de espacio, pues cuenta con 12 dormitorios y 24 baños. No falta tampoco un gimnasio completamente equipado (incluso tiene un ring de boxeo), una zona de aguas con spa y sala de masajes o un centro de belleza que no tiene nada que envidiar a los de alto nivel.
Otro de los detalles más llamativos es la otra pista de tenis y baloncesto interna que comunica con un bar y que nos parece ideal para organizar reuniones de amigos.