Cómo ordenar el baño con estas seis ideas que te harán el día a día (y la noche) más fácil

En el baño, sobre todo, en ciertos momentos del día como un lunes a las siete de la mañana, suele reinar el caos y con las prisas es difícil encontrar lo que buscas a la primera. En el caso de los compartidos o familiares multiplica por dos o por tres esa sensación y posiblemente te quedes corta. Poner algo de orden no es tan difícil como parece y, como ocurre con la crema reafirmante, incorporarla a tu rutina diaria es sinónimo de éxito. Lo advertimos, como también pasa con los tratamientos beauty, tampoco hacemos milagros, pero sí solucionamos parte del problema

Toca revisión

Tan tediosa y aburrida como necesaria, la limpieza es el primer paso hacia un espacio ordenado. Abre armarios y cajones, revisa la encimera, el espacio de la ducha o la bañera donde colocas el champú y el gel, incluso, la repisa del sanitario donde sueles dejar, ocasionalmente o para siempre, un paquete de pañuelos o un rollo de papel higiénico por si acaso se acaba el que está en el portarrollos. No tengas piedad: deshazte de tus productos de belleza que llevan tantos meses abiertos, aunque no te lo creas, las barras de labios, sombras, colores y cosméticos varios tienen fecha de caducidad. Si no lo especifica, son 30 meses, pero ¿tú sabes lo rápido que pasan dos años y medio? Después es el turno de los medicamentos, la farmacia estará encantada de que se los lleves para reciclar, y finalmente de botes de champú, acondicionadores, esa muestra que te dieron y que no sabes cómo terminó en la repisa del espejo…  

Clasifica por categoría

Tras la limpieza, es el turno de clasificar por categorías: productos capilares por un lado, maquillaje por otro, afeitado… Una vez hayas realizado esta (necesaria) organización, verás las cosas con mayor claridad y sólo tendrás que guardar. El lugar y la forma de colocarlos más adelante.

Crea lugares extra de almacenaje adicionales

Si no puedes poner un mueble bajolavabo extragrande para todas tus cosas, tira de ingenio y busca soluciones alternativas. Una sencilla balda colocada sobre el lavabo, estanterías en las esquinas o carritos con ruedas que optimizan el espacio y facilitan el acceso, espejos con armario... También son buenas opciones perchas o accesorios de telas colgados en la pared o detrás de la puerta, ganchos y, por supuesto, un básico como los toalleros.

No satures

El espacio es el que es. Por eso, evita saturar tu baño de forma innecesaria y ten a mano solo aquello que usas (o necesitas) diariamente. Así, coloca al alcance cepillos de dientes, jabones, cremas y maquillaje y guarda todas tus reservas de papel higiénico, gel de ducha o el champú morado que solo te pones una vez cada 15 días en un armario, fuera de la vista y, a ser posible, del baño. Como dice Marie Kondo, imposible no mencionarla cuando hablamos de orden, “si no lo ves, no existe”. Procura que en tu baño ‘existan’ todas las cosas que necesitas tener a mano y que te hacen más fácil el día a día. 

Ordena de forma inteligente

Para ello, debes tener en cuenta el dónde, para no colocar, por ejemplo, tu nuevo gloss Bomb Stix de Fenty a pleno sol, y el cómo. Una buena idea es colocar botes transparentes para algodones desmaquillantes, bastoncillos o esponjas de maquillaje. Las cremas solares y otros artículos similares siempre en cajas y protegidos de la luz. Cuantos menos productos estén a la vista, mejor. Recuerda tener siempre despejadas la encimera y la zona del lavabo y, si quieres mantener ciertos objetos ahí, usa una bandeja para que estén juntos. Si tienes cajones en tu baño, esta es la oportunidad perfecta para incorporar separadores. Se trata de crear compartimentos de almacenamiento para poder colocar de forma estética y ordenada todo lo que necesitas y usas: brochas, joyas, tijeras, gomas de pelo, productos de maquillaje, lacas de uñas… 

Cestas y cajas: tus mejores aliadas

Tan prácticas como decorativas. Usa una para los productos capilares, otra para mascarillas y cremas de tratamiento o para cuidado corporal. Para que sea aún más sencillo, guarda en las cajas lo que menos utilizas, ya que puedes apilarlas y rentabilizar mejor el espacio y pégales una etiqueta con lo que hay en su interior y, así, localizarás a la primera lo que buscas.

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