El pasado mes de noviembre, tras unos años viviendo de alquiler, Anna Padilla se compró una casa en Madrid. Acostumbrada a vivir a las afueras de la capital, en un chalet con jardín, la hija de Paz Padilla decidió mudarse al centro de Madrid para estar cerca de su trabajo, sus amigos y planes de ocio de la ciudad. Tal y como contó ella misma en aquel momento decidió hacer una obra integral del piso y cambiar la distribución de la casa. Hoy, ya instalada en su nuevo hogar junto a su pareja, la influencer ha compartido cuatro aciertos de la reforma que aconseja a todos aquellos que estén pasando por el mismo proceso.
Ese ha sido el primer acierto de la casa de Anna Padilla. Aunque hubo mucha gente que le dijo que no lo hiciera, la influencer promete que ha sido "una gran decisión". Anna ha explicado que su piso, al ser "muy chiquitito", hay que sacarle el máximo partido. "Hicimos esta zona volada y pasamos mucho tiempo aquí para tomar un café, charla o hacer picoteo. Si os preocupan los olores la solución es poner una buena campana o os prometo que eso chupa todos los olores", ha contado sobre la cocina de su casa y el que se ha convertido en uno de los espacios favoritos en sus reuniones con amigos.
Aunque es consciente de que "no siempre existe esa posibilidad", Anna hizo dos baños de una casa en la que solo había uno. La influencer asegura que necesitas "un hueco muy pequeño" para poder sacar un baño "completamente equipado". "Como había poco espacio tuvimos que poner una puerta corredera. Sacrificamos parte de la cocina de lo que era el piso e hicimos baño y cocina abierta. Simplemente en el espacio de una ventana hemos sacado un baño", ha explicado sobre lo que hicieron en la reforma. Aunque sabe que no es algo necesario, siendo dos cree que es una manera de "tener cada uno su espacio, sus tiempos y evitar peleas".
Tal y como puedes ver en el vídeo que encabeza esta noticia, el tercer acierto de su reforma considera que es el suelo. Anna Ferrer Padilla tenía claro que quería que fuera "tarima imitación madera" y usar el mismo para toda la casa, incluidos los baños y la cocina. "Es resistente al agua, cómodo de limpiar, da calidez y es importante elegir piezas que sean lo más grandes posible para que no se note los cortes", ha explicado.
El último acierto que ha mencionado fue el que más le costó decidir. Anna Padilla ha cambiado todas las ventanas de la casa, algo que en un principio no quería hacer porque consideraba que las que estaban en el piso era "muy bonitas, antiguas y de madera". "Estaban destrozadas y no aislaban bien del ruido ni del frío. Aunque me costó mucho decir adiós a esas ventanas y, también por el precio, que es lo más caro de la reforma. Cambié todas porque vivo en el centro de Madrid, hace frío en invierno y hay mucho ruido", ha terminado diciendo. Dale al play y no te pierdas todos los detalles de la reforma de su casa.