Julián Muñoz e Isabel Pantoja vivieron su época dorada a comienzos de los 2000 y, buena prueba de ese amor que se tenían, fue la compra de una espectacular mansión ubicada en la urbanización marbellí de La Pera que apodaron cariñosamente 'Mi Gitana'. Una vivienda que fue testigo de algunos de los mejores momentos de la pareja y de la que se quisieron deshacer después de que estallase la operación Malaya. Es más, esta espectacular propiedad de 3.500 metros cuadrados se convirtió en el símbolo viviente de una historia llena de pasión, infidelidad y corrupción.
Precisamente, la pareja vivió en dicha propiedad su intenso y breve romance hasta que ambos terminar encarcelados acusados de blanqueo de capitales, prevaricación y fraude. Isabel Pantoja pasaba un año y medio en la cárcel, mientras que a Julián se le imputaba una pena de hasta 20 años. Sin embargo, Muñoz obtenía el tercer grado en 2016 tras enfermarse con un cáncer de pulmón.
Una enfermedad que precisamente ha terminado costándole la vida al empresario, quien fallecía ayer a los 76 años dejando a Mayte Zaldívar, con la que volvía a casarse hace unos meses, como su viuda. También sus dos hijas, Eloísa y Elía, a las que estaba muy unido y le acompañaron hasta el final, lloran su muerte. Muchos familiares y amigos no dudaron en acercarse hasta el tanatorio San Bernabé en Marbella para darle el último adiós.
Con vistas al mar, la casa se componía de dos plantas y un sótano. Así, la planta principal contaba con vestíbulo, un gran salón-comedor y cocina. Además, Julián Muñoz e Isabel Pantoja también podían disfrutar de dos habitaciones familiares y una para el servicio. Mientras que, en la planta de arriba, había otros dos dormitorios mucho más grandes y con terraza propia. Y la cosa no queda ahí, ya que incluso el sótano presentaba grandes ventajas, al ser tan espacio que daba cabida a otras tres habitaciones con sus respectivos aseos. En el exterior, y para cerrar con broche de oro, una enorme piscina de 120 metros cuadrados junto con un cenador y un garaje donde cabían hasta cuatro coches. Como detalle especial, Isabel Pantoja tenía incluso su propio estudio de grabación, todo pensado para relajarse y disfrutar mientras creaba su música.
Justo antes de que el exalcalde de Marbella saliese de prisión, Pantoja decidía poner a la venta 'Mi Gitana' por nada menos que 4 millones de euros, cortando de esa forma todo lazo con el que fuese su pareja. Pero, al no conseguir su objetivo, la tonadillera y su hermano Agustín se vieron obligados a aceptar los 2,2 millones de euros que les ofrecía la sociedad española Grand Fashion Banús SL.
"Cuando se comprobó que todo estaba en orden, el empresario decide comprar. Y lo quiere hacer a través de una sociedad, que es como se hace en su país, con todas las gestiones empresariales que realiza", detallaban los responsables respecto a los trámites que llevaron a cabo para la compra. ¿El responsable? Un magnate británico que se había enamorado de Marbella y que consideró que la propiedad se encontraba en una zona ideal, muy tranquila y segura. Lamentablemente, ahora ya no tenemos muchas imágenes de la propiedad, tan solo alguna del exterior.
Al parecer, la intención del misterioso comprador siempre fue demolerla, algo que terminaba ocurriendo en 2017 y que se comentaba que no fue plato de buen gusto para la tonadillera.
Ahora, esta exclusiva zona alberga dos mansiones de lujo de las que pueden disfrutar los turistas y que cotizan a muy buen precio. Y, aquella finca que forjó una de las historias de amor y traición más impactantes de nuestro país, es tan solo un recuerdo más de esa era época dorada que vivió Marbella.