Bárbara Rey vuelve a estar de máxima actualidad, ya no solo por la intensa guerra mediática que mantiene con su hijo Ángel Cristo, sino también por las recientes fotos que se han filtrado de la vedette con el rey Juan Carlos y que confirmarían el romance que mantuvieron durante casi dos décadas.
Justo cuando las aguas comenzaban a calmarse en su vida, nuevamente se ve en el ojo del huracán. De ese modo, y estando de plena actualidad, vamos a repasar lo que ha sido el patrimonio de la vedette, que se distribuye en varias casas a lo largo de España. Desde La Moraleja, pasando por Boadilla del Monte y la de Málaga.
La primera vivienda, puede que le traiga recuerdos bastante amargos, ya que es la que compartió con Ángel Cristo durante su matrimonio. En ese chalet, la vedette vivió una de las etapas más dolorosas de su vida y también criaba a sus dos hijos, Sofía y Ángel Cristo Jr. "Los primeros malos tratos, tanto físicos como psicológicos, fueron al principio, al poco de casarnos", desvelaba en una de sus entrevistas. Y, una vez que formaron una familia, la cosa empeoraba a pasos agigantados: "Empezó a entrar y salir gente, drogas, alcohol, prostitutas", confesaba Ángel en '¡De Viernes!', como puedes ver en el siguiente vídeo.
Con diez mil metros cuadrados de extensión, tres plantas y rodeada de pinos, esta propiedad se encontraba en una de las mejores zonas de La Moraleja. Vivienda que intentaron vender justo antes del fin de su matrimonio, ya que se les quedaba bastante grande para su estilo de vida. "Preferíamos una vivienda algo más pequeña. No se vendió entonces y después decidimos quedárnosla porque se disparó la especulación del suelo", confesaba Rey. Tiempo después, Jesús Gil adquiría la propiedad por unas noventa millones de pesetas.
Fue después de separarse, y tras la venta de la casa de La Moraleja, cuando Bárbara se mudaba a su nuevo hogar en Boadilla del Monte. Allí fue donde se forjó su historia de amor con el rey Juan Carlos, quien se especula que le recomendó esta ubicación porque quedaba más cerca de Zarzuela. De hecho, puede ser que las polémicas imágenes y vídeos que se captaron de la pareja procedieran de esos encuentros secretos que se produjeron entre ambos en este mismo chalet. "No se hacen solo fotos, también se hacen videos y grabaciones", explicaba Ángel Cristo Jr.
Una impresionante casa de 474 metros cuadrados y construidos en una superficie de 687 de parcela por la que Bárbara Rey pagaba hasta 3.000 euros de alquiler. Dividida en tres plantas, con seis luminosas habitaciones y seis cuartos de baño, el dormitorio principal contaba con acabados en mármol negro y jacuzzi. Además, disponía de ventajas como una piscina privada, bodega, gimnasio, junto con una amplia cocina y un gran salón con salida directa al jardín. Este último era uno de los rincones favoritos de la vedette, donde aprovechaba para disfrutar de muchas barbacoas y del buen tiempo.
Del mismo modo, también se comentaba que había una puerta trasera que conectaba directamente con el Pardo y por la que Juan Carlos I accedía a la propiedad. Fue esta también la casa en la que Bárbara sufría su famoso robo en 1997. Sin embargo, este no es el único inmueble del que ha dispuesto la madre de Sofía Cristo, quien actualmente se habría instalado en la urbanización Las Terrazas de Las Lomas de Marbella Club.
Este lugar está caracterizado por ser uno de los más lujosos de la zona, donde una vivienda puede llegar hasta los diez millones de euros. Eso, hace de esta urbanización una de las más caras de toda España, tan solo superada por La Moraleja. Aquí, Bárbara Rey puede disfrutar de un ambiente bastante discreto y calmado, además de que su ubicación se encuentra muy cerca de Puerto Banús y de la playa de Río Verde.
El complejo urbanístico cuenta con seguridad las 24 horas del día, aunque su punto fuerte son las zonas comunes con grandes jardines comunitarios, una enorme piscina con vistas al mar Mediterráneo, hamacas y sombrillas disponibles para los residentes, una sauna y un gimnasio completamente equipado. Este hogar tiene 195 metros cuadrados y se accede a ella por una amplia terraza que está adornada con varias plantas; un sitio perfecto para disfrutar de su jubilación y mantenerse alejada del foco mediático (en la medida de lo posible).