Los meses de confinamiento han provocado que aquellos privilegiados que han podido cogerse vacaciones intenten hacer alguna escapada, dentro de las posibilidades y con las medidas de seguridad muy presentes. Con cautela, muchos vips no han querido renunciar a los viajes y a los días de desconexión, visitando otras zonas de España o acudiendo a segundas residencias.
Las islas se han convertido en un destino muy demandado: Tamara Gorro ha tenido unos días "moviditos" en Formentera y, a falta de boda, Chenoa se ha escapado a Mallorca junto a su prometido. Adriana Abenia también ha sido una de las muchas vips que ha optado por el turismo local en este verano marcado todavía por la larga sombra de la amenaza del coronavirus. Abenia, una apasionada del mar y una incondicional de las Baleares, ha decidido este año visitar Ibiza, en ferry, junto a su marido Sergio Abad y su hija Luna, de dos años de edad.
Pero ha habido otro plan al que la presentadora y su familia han tenido que renunciar. Y no por voluntad propia, ni siquiera debido a la complicada situación actual. Adriana ha revelado en sus redes sociales que este año no ha podido viajar hasta una vivienda propiedad de sus padres en Canarias debido a que ha sido okupada.
Lo ha confesado en sus stories de Instagram, donde ha respondido una ronda de preguntas planteadas por sus seguidores. Entre ellas ha habido dudas de todo tipo: sobre la maternidad, sobre sus precauciones y opiniones frente a la pandemia o sobre el papel del físico de las mujeres en televisión. Y uno de sus fans ha querido saber si todavía seguía teniendo una casa en Tenerife de la que había hablado en alguna ocasión. La aragonesa, que ha demostrado siempre no tener pelos en la lengua, ha aprovechado la pregunta para contar cuál es la situación de la vivienda.
En 2013, en una entrevista en el blog de Tamara Gorro, Abenia hablaba de la casa al asegurar que pasaría allí dicho verano, disfrutando del mar, "del gofio y del queso con pimentón". Ahora ha confirmado que su familia sigue manteniendo la propiedad esa vivienda tinerfeña, pero que ha sido okupada. La información parece haber pillado por sorpresa a sus más de 260 mil seguidores: un segundo fan ha insistido en el mismo tema, preguntándole si era cierto. Adriana ha confirmado que es así, y que llevan dos años intentando ir sin éxito, debido a la situación. La presentadora no ha dado más detalles sobre lo sucedido, ni ha aclarado si el asunto está judicializado.
El caso de Adriana Abenia es el más reciente, pero no el único de celebrities que han visto cómo algunas viviendas o segundas residencias se convertían en lugares ocupados por personas que no son sus legítimos propietarios. En enero se publicaba que, tras dos años y medio de okupación, la mansión mallorquina del tenista Boris Becker era desalojada gracias a la ayuda de la Guardia Civil.
El arquitecto Joaquín Torres ha sido también víctima de los okupas: según relataba el pasado otoño, su chalet de Pozuelo de Alarcón (valorado en un millón y medio de euros) lleva siendo habitado desde hace tres años por una pareja. Torres no vivía en el inmueble, pero tendrá que esperar a la sentencia judicial para poder recuperarlo. En las últimas semanas la colaboradora peruana Mónica Hoyos ha afirmado tener también una okupa en una de sus propiedades.