Lucas Curotto es de Uruguay y lleva casi tres años en España. Él, como tantas otras personas, tuvo que buscar nuevas alternativas a raíz de la pandemia que asoló al mundo entero y probó suerte en nuestro país. Antes de saltar al foco mediático concursando, evolucionando y llegando a lo más alto en un talent show musical, trabajaba en una barbería para “poder sobrevivir”, pero siempre soñó con llenar bares e, incluso, estadios.
Al contrario de lo que muchos piensan, el uruguayo no es autodidacta, ya que desde los 14 años se lleva formando para ser un buen músico. Ejemplo de ello es su primer single, ‘Corazones rotos’, un tema que lo define como el artista que quiere ser y las canciones que ansía regalar a su público.
Aprovechamos una tarde soleada en la terraza de UMusic Hotel, en pleno centro de Madrid, para conocer en exclusiva y más a fondo a una de las promesas del momento:
-¿De dónde viene tu pasión por la música?
Desde que nací, casi desde que tengo memoria. ‘Mi vieja’ siempre estaba escuchando música en casa y ‘mi viejo’ también. Recuerdo fantasear con coger el micrófono y encerrarme en la habitación para protagonizar mis propias actuaciones bien largas.
-¿Cuáles son tus influencias?
Las más fuertes vienen de la adolescencia: de la banda ‘One Direction’ y también fue con los que más me sentí identificado. Eran jóvenes y tarde o temprano podía llegar a ser como uno de ellos. Harry Styles, por ejemplo, trabaja en una guardería y ahora está arrasando por todo el mundo.
Otra de mis influencias es gracias a ‘mi vieja’: Chayanne. Siempre escuchaba sus discos y, por tanto, yo también. Las baladas de Bisbal forman también parte de mis grandes y evidentes influencias.
-¿Nunca tuviste un plan B?
Sí. De hecho, antes de saltar al foco mediático estaba trabajando de ello: era barbero. Desde los diecisiete años llevo intentando formar parte de la industria y conseguí cosas muy bonitas gracias a un manager que tuve, pero llegó la pandemia y todo se truncó. Fue entonces cuando empecé a trabajar en una barbería, ya que siempre me había llamado mucho la atención.
-¿Presentarte a un talent show musical era la medida desesperada de triunfar en la música o verdaderamente crees en el formato?
Quería exprimir al máximo la experiencia y aprovechar el trampolín que supone un talent como en el que participé. Además, me llamaba mucho la atención que fuera un formato que incluyera unas veinticuatro horas, ya que permitía que se me conociese más y de forma más natural. No solo era el artista sino el Lucas del día a día.
-¿Cómo llevas entonces la presión mediática?
Por ahora bien, aunque es cierto que tengo que mejorar. En la barbería me desligué muchísimo de las redes sociales y volver a retomarlas y lo que suponen es una tarea todavía pendiente, pero poco a poco. ¡Estoy cogiéndole mucho gusto, pero no quiero que se convierta en una adicción!
-¿Orgulloso de ‘Corazones rotos’? ¿Es tu mejor carta de presentación?
Es una canción que compuse yo. Ya la tenía hecha desde hace tiempo, pero me quedaba el estribillo. Tuve un bache y no sabía cómo dale forma, pero recientemente conseguí terminarla.
-Es decir, mensaje subliminal ninguno…
¡Exacto! No hay nada de salseo porque ya venía hecha de antes (risas).
Con respecto a si es mi mejor carta de presentación, cuando la hice si que creía que tenía algo especial y ahora que tuve la oportunidad de trabajarla y terminarla siento que definitivamente tenía que ser mi primera canción, que puede ‘estar buena’ y puede gustar.
-¿Te has visto presionado por lo que se espera de ti o es lo que quieres hacer en tu futuro musical?
No he sentido presión de ningún tipo. Es justo el estilo musical que quiero hacer: pop y rock, aunque a veces más banda o más electrónico.
-Precisamente en ese futuro musical muchos te ven en Benidorm Fest, ¿es verdad que quisieron contar contigo para la edición del 2024? ¿Lo volverás a intentar?
Fue una cagada que cometí, fruto de la naturalidad de sentirme como en casa cuando me estaban grabando. Lo que en realidad ocurrió fue que había llegado a hablar con los organizadores del certamen en un casting final, que no a confirmar nada: simplemente mantuvimos una charla y dejamos las puertas abiertas, pero luego apareció OT en mi vida y quise aprovechar la oportunidad, por lo que no seguí probando suerte con el Benidorm Fest. Eso sí, me encantaría volver a intentarlo en futuras ocasiones.
-¿Qué sería para ti triunfar en la música?
Poder dedicarme a ella y no volver a ser barbero ya es un triunfo. Me encanta estar en contacto con la gente, cantar en directo ya sea en grandes estadios o en bares…
Me podría morir en paz dedicándome a esto. Es lo que amo y me corre por la sangre. No hacerlo sería un fracaso, desde luego.
-¿Estás de acuerdo en que tu corte de pelo es el mejor efectuado de la historia de la humanidad, tal y como dicen en X (Twitter)?
(Risas) ¡Ya he leído en redes sociales que gustó mucho mi corte de pelo! En realidad, todos piensan que me obligaron los organizadores del talent, pero fue idea mía. Ya cuando salí en Navidad dije que, si me seguía yendo bien, me lo cortaba y así fue. Era el momento y el sitio perfecto para hacer un cambio de look.
Al principio me chocó bastante porque hacía un año y pico que no me cortaba el pelo… ¡y encima me pusieron rizos! Jamás me había visto así.
-Algo que se pregunta todo el mundo: ¿los ojos del tatuaje de tu pecho son los de tu novia?
Sí. Me hice el tatuaje porque siento que no lo dejaré con ella, una forma de decirle la lealtad que puede esperar de mi parte y que estoy con ella al 100%. Si al final ocurriera, es una etapa linda de mi vida y me quedaré con lo positivo.