Mañana se estrena la primera película de Paz Vega como directora: ‘Rita’, una película ambientada en los años en los que la propia cineasta fue niña y que está recibiendo muy buenas críticas. Precisamente con motivo de la promoción de este largometraje, la sevillana (que deslumbró el otro día con un traje de chaqueta gris) está echando la vista atrás y recordando momentos claves de su carrera. No solo los buenos: de hecho, encoge el corazón escucharla cuando habló de la fuerte depresión que sufrió cuando rodó ‘Lucía y el sexo’.
Paz Vega ya tenía un bagaje importante como actriz, pero hasta ‘Lucía y el sexo’, la mayoría de sus papeles habían sido de perfil cómico. Un día, en una de esas ‘premières’ de la Gran Vía, alguien se le acercó y, tal como ella cuenta en una entrevista para Fotogramas, le dijo: “Perdona, quiero decirte que estoy escribiendo mi siguiente guion y al personaje principal no puedo evitar ponerle tu cara”. Era Julio Medem, pero la actriz, que sí conocía su cine, no le ponía cara. En el momento en que sus amigos se le acercaron para preguntarle qué le había dicho el director fue cuando fue consciente de con quién acababa de hablar. Paz Vega protagonizaría ‘Lucía y el sexo’, la película que marcó un antes y un después en su carrera.
Rememorando aquel momento también cuenta que, “después de rodar ‘Lucía [y el sexo]’, me sentí fatal. Tuve un bajón anímico muy fuerte”. Tanto, que decidió marcharse a Sevilla con sus padres. “Necesitaba encontrame en casita”, confesaba. Al parecer, fue tanto lo que trabajó en este papel que se quedó exhausta. “Como di tanto, como estuve tan expuesta”, explica, “fue como un vacío lo que sentí”.
Tal como ha comentado más veces al referirse a este episodio de su vida, reconoce que se desnudó “en todos los sentidos”, no solo en el físico. Fue una depresión que duró dos o tres meses. “Tenía 23 años y algo cambió en mí”, declaró acerca de esta oscura etapa allá por 2016, el año en el que Medem confirmaba que paralizaba una segunda parte que estaba escribiendo y que nunca llegó a realizarse.
Como sabrán quienes han visto aquella película, en 'Lucía y el sexo' hay escenas de sexo explícito y numerosos desnudos. Tantos que el director confesó que hubo que preparar un montaje alternativo para que la cinta se pudiera estrenar en Estados Unidos sin demasiados problemas, ya que el sistema de calificación por edades en aquel país es muy estricto en todo lo que se refiere a cuestiones de desnudos y de escenas sexuales.
Pero no fue solo el montaje: el rodaje de aquella película, a caballo entre Fuerteventura, Formentera y Madrid, se complicó casi desde el principio. Hubo varios cambios de reparto, aunque el más llamativo fue el de Elena, el personaje al que da vida Najwa Nimri, que previamente iba a interpretar Emma Suárez y después, Ana Risueño. Ambas se bajaron del barco, y Najwa confiesa que tuvo que rodar con los diálogos pegados por las paredes porque no le dio tiempo a memorizar sus líneas. Javier Cámara o Tristán Ulloa también fueron segundas opciones para el director, ya que Pepón Nieto y Carmelo Gómez habían sido los elegidos para dar vida, respectivamente, a Pepe y Lorenzo.
Sin embargo, y pasada aquella etapa en la que la actriz y directora ha dicho en alguna ocasión que se hizo mujer después de rodarla, reconoce que lo que vino después fue “precioso”. Tanto que en la siguiente edición de los Goya fue reconocida como mejor actriz revelación. Pero no solo eso: al año siguiente trabajó a las órdenes de Almodóvar en ‘Hable con ella’ y en 2004 ya había dado el salto a Hollywood. Eso sí, su salud mental se resintió: seguramente, pagó un precio más alto del que imaginaba cuando se cruzó, en aquel cine de la Gran Vía, con Julio Medem.
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