Gisela está viviendo uno de los momentos más dulces de su vida. Tras cinco años intentando ser madre con su pareja, José Ángel Ortega, la artista está esperando su primer bebé a los 44 años. Un embarazo muy deseado y que ha supuesto todo un "calvario" para la exconcursante de 'Operación Triunfo', tal y como compartió en exclusiva en '¡Hola!'. A pesar de estar tranquila y muy centrada en sus proyectos, ha asegurado que los miedos siguen ahí.
Tras sufrir dos abortos, la artista ha tratado de mantenerse muy discreta y con los pies en la tierra desde que lo anunciara, tal y como la confesado a 'Pronto': "Me ha costado, pero estoy en un momento tranquilo, muy centrada en que esto salga adelante y compaginándolo con proyectos profesionales".
Para que la espera sea más llevadera, la catalana está completamente centrada en su profesión. Es por ello que ha reconocido, en el medio anteriormente mencionado, que ni siquiera ha pensado el nombre de su bebé. ¿El motivo? Aún desconocen el sexo de su primogénito.
"Hasta que no veamos cómo va todo, no queríamos hacernos muchas ilusiones. Tampoco sabemos si es niña o niño, preferimos que el sexo del bebé sea una sorpresa", ha desvelado.
Durante años, la amiga de Chenoa ha intentado cumplir su sueño de ser madre. De hecho, antes de quedarse embarazada, sufrió dos abortos. "Con la edad, un aborto significa también todo un proceso de recuperación. Tienes que esperar, tu cuerpo tiene que restablecerse, y se nos echaba el tiempo encima", dijo en la revista del saludo. "No fue tampoco un aborto espontáneo. Fue un aborto con el que tuve que entrar en quirófano, con todo lo que implica. Además de una sedación total...", contó.
En esta agridulce entrevista, en donde desveló la cara B de su embarazo, contó de primera mano cómo vivió el proceso de fecundación in vitro: "Eso también es un proceso de mucha hormona, con muchos pinchazos…, en el que tu cuerpo sufre muchos cambios. Y de todo ese proceso solamente me quedó un embrión viable. Imagínate. Entonces, fuimos a por ese uno, que es este que está ahora aquí mismo dando caña (risas)".
Aunque está feliz con la noticia, no puede evitar seguir sintiendo miedo: "Me cuesta mirar ropita de bebé... Me cuesta todavía creérmelo. Me da miedo hacerme ilusiones. Voy con cautela. Con el freno puesto".