María Castro está viviendo uno de los momentos más dulces de su vida. La actriz gallega anunciaba hace unos días que, en unos meses, cumpliría su sueño de ser familia numerosa junto a una imagen de lo más entrañable con su marido y sus dos hijas, Maia y Olivia.
"Pues parece ser que en el año 2024 otra vez nuestro corazón se va a transformar mágicamente por dentro para acoger el amor incondicional que sólo una nueva vida te inyecta. El mío, concretamente, ya hace tres meses que late al compás del que en unos meses latirá fuera. Gracias vida por no dejar que nos olvidemos de los que no están. Y nuevamente gracias por permitirnos una vez más experimentar el milagro de la vida", redactó la actriz en sus redes sociales.
Sin embargo, la que fue protagonista de 'Sin tetas no hay paraíso' ha desvelado que no todo es color de rosa, tal y como relata en el vídeo superior. "Como no voy a poder evitar enseñar mi barriguita, vais a ver que aparecen una serie de hematomas a los lados que es que no quiero tapar. Creo que es importante normalizarlo, sobre todo este lado (el izquierdo), que se ve que me pincho peor, y es porque todas las mañanas me pongo heparina", ha comenzado diciendo a través de un vídeo de Instagram.
La actriz tiene tiene una enfermedad coagulatoria que le hace tener más riesgo de trombosis, el motivo por el que necesita pincharse heparina y especialmente en el embarazo. "Me lo pongo durante el proceso del embarazo y lactancia. En su día, a los 21 años me descubrieron, por fortuna, aunque suene un poco marciano, que tenía una trombosis en una pierna", ha dicho explicando el motivo por el que le aparecen esta serie de hematomas. "El motivo es por una mutación genética que hace que mi sangre esté más coagulada que la de las demás. El embarazo es un momento de riesgo en el que puede producirme un trombo que puede afectarme a mí directamente o al bebé, lo cual puede producir abortos espontáneos", ha relatado.
La actriz ha dado su testimonio en primera persona y ha contado, además, como lo vivió su familia cuando se lo detectaron con tan solo veintiún años. "Mi familia vivió un drama, pero no hay mal que por bien no venga. Desde entonces lo sé y si me quedo embarazada, como es este caso, me pincho como lo he hecho todos los embarazos", ha explicado añadiendo que, como todo en la vida, hay que aceptar las situaciones como vienen.
Finalmente ha dicho que esto lo cuenta para ayudar y para que muchas mujeres sean conscientes de la cara B de su embarazo, ya que se trata de una situación que puede ocurrir en más casos. "Me da mucha pena que muchas mujeres se queden sin ser madres. Quizás por este motivo, no siempre por eso, se pierdan uno o dos embarazos. Y cada pérdida es un duelo muy horrible, que se suele pasar en silencio además. Si te lo puedes ahorrar con esta información, pues feliz de compartirla. En un proceso de embarazo no solo está el ginecólogo. De la mano puede ir un hematólogo, no todo es fruto de la mala suerte. A veces sí. Pero puede ser fruto de la ciencia", ha concluído.