El pasado Festival de Cannes vio el estreno de una película muy esperada y, al mismo tiempo, temida en Estados Unidos: 'The Apprentice' (o 'El aprendiz'), la historia de cómo un joven Donald Trump (antes de pasar por quirófano) aprendió a ser cómo es hoy gracias a Roy Cohn, una figura casi legendaria del conservadurismo norteamericano. Está dirigida por Ali Abbasi, cineasta iraní afincado en Dinamarca que había llamado enormemente la atención con su debut como director, Border, y su protagonista principal es Sebastian Stan, a quien el universo Marvel ha hecho conocido gracias a su papel como el Soldado de Invierno. En Cannes tuvo un recibimiento bastante cálido pero, aunque rápidamente se aseguró estrenos en cines en buena parte de Europa, ninguna distribuidora se atrevía a comprar los derechos para su estreno en Estados Unidos.
La razón estaba en el temor a repercusiones políticas y a las acciones legales con las que había amenazado Donald Trump, que se encuentra en plena campaña para las presidenciales del país del próximo mes de noviembre. Sus abogados llegaron a enviar una carta de cese y desistimiento a los responsables de 'The Apprentice' para impedir que se viera en Estados Unidos, sin suerte. Su estreno allí ha coincidido con, por ejemplo, el de España, donde ya puede verse esta historia de cómo el joven Donald Trump llegó a ser quien es ahora gracias a un nombre que, allí, aún inspira cierto temor: Roy Cohn.
Lo que la película muestra es el momento en el que Trump conoce a Cohn a principios de los 70 en Nueva York. El joven Donald quiere salir de la sombra de su padre, un importante magnate inmobiliario, y labrarse su propio nombre haciendo negocio con los hoteles abandonados en una ciudad en bancarrota a la que el gobierno federal ha negado cualquier tipo de ayuda. Buscando asistencia para que su padre se libre de una demanda por discriminación racial en uno de sus complejos de apartamentos, Trump traba amistad con Roy Cohn, abogado que se hizo famoso primero por su labor para condenar y ejecutar a muerte por espionaje al matrimonio formado por Julius y Ethel Rosenberg, en 1951, y después por ser la mano derecha del senador McCarthy durante su "caza de brujas" buscando supuestos colaboradores comunistas tanto en el gobierno estadounidense como en Hollywood.
A finales de los 50 pasó a trabajar como abogado en Nueva York, donde representó tanto a mafiosos como a Aristóteles Onassis o al dueño de los New York Yankees de béisbol, y allí es donde empezó a asesorar a Trump en sus negocios inmobiliarios. Cohn era célebre por ser muy agresivo y no tener ninguna cortapisa ética a la hora de lograr sus objetivos, y enseñó a Donald sus tres reglas de oro: siempre ve al ataque; no admitas nada, niégalo todo y di siempre que has ganado aunque no sea verdad. Trump convierte esas reglas en el centro de su emporio empresarial y su posterior carrera política.
'The Apprentice' muestra también el matrimonio entre el magnate e Ivana Zelnícková, modelo checoslovaca que es la madre de Ivanka, Eric y Donald Jr., los hijos de Trump que trabajaron con él durante su mandato como presidente y en sus empresas. Y lo pinta a él como alguien muy ambicioso, obsesionado con ser visto por los demás. Un ganador, cuyo emporio es todo oropel que oculta que está asediado por deudas y problemas legales que, sin embargo, logra eludir. Es el mejor aprendiz de un Cohn que, por su parte, mantenía en secreto su homosexualidad mientras chantajeaba a otros por lo mismo, y que moriría en 1986 de sida, además de expulsado de la abogacía por corrupción. Así es como lo inmortalizó también el dramaturgo Tony Kushner en su monumental obra 'Angels in America', considerada la obra definitiva sobre la crisis del sida y sobre las actitudes sociales que permitieron la marginación de los enfermos y que la situación creciera hasta convertirse en una epidemia.
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