El mes de mayo es uno de los más complicados para la familia Flores. En el año 1995, el clan despedía con apenas catorce días de diferencia a su matriarca Lola, también conocida como ‘La Faraona’, y a su hijo Antonio, de tan solo 33 años. Pese a que la muerte del intérprete de 'No dudaría' se produjo hace ya más de un cuarto de siglo, su recuerdo sigue muy presente en nuestra memoria colectiva y por supuesto en la de su entorno, que le ha rendido recordado con cariño este 30 de mayo, exactamente 27 años después de su partida.
Antonio Carmona, a quien conoció durante la grabación de ‘De akí a Ketama’, disco que el grupo quiso grabar con la colaboración de grandes artistas, entre los que incluía al hijo de ‘El Pescaílla’, rendía homenaje a su amigo en Instagram. “Si a las tantas de la noche me llamabas, yo iba. Tenías canciones que tatareabas y yo alucinaba. 27 años después agradezco a la vida que aparecieras con tus acordes, tus letras y por todo lo que pude compartir contigo”, conserva en su memoria cada momento que vivió junto al intérprete de ‘No dudaría’.
Desde la grabación del citado álbum, Carmona y Flores entablaron una bonita amistad en la que la música no era el único vínculo, ambos presumían de su cultura, su arte, su etnia y su modernidad. Tal era la confianza entre ambos que incluso dormía "en medio de mi mujer Mariola y mío en muchas ocasiones”. “Llegaban a casa y no dormían, se ponían a tocar y tocar. Solo querían tocar todo el rato y componer”, rememoraba la mujer del cantante de Ketama en ‘Lazos de Sangre’, donde enfatizó el palo que supuso para su marido el fallecimiento del músico porque “estaban muy unidos, sobre todo el último año”.
Tras la muerte de Lola y su hijo, Carmona se convirtió para el resto de la familia en un ángel de la guarda. El artista estuvo día y noche pendiente del clan, sobre todo del patriarca, que en ocasiones llegaba a confundir al músico con su vástago fruto del sufrimiento. “Antonio se portó muy bien con mi padre, toda la pena que tenía y toda la pena que teníamos en nuestra familia. Nos consoló muchísimo”, no olvida Rosario lo que hizo por ellos en esta etapa tan delicada. Un papel fundamental en el duelo, tanto para la saga, que encontraba en él un hombro en el que llorar, como para el cantante flamenco, que llenaba así el vacío que había dejado su amigo.