Jessie J no está viviendo las Navidades más anómalas de su vida únicamente por la pandemia, sino que también ha sufrido un duro percance de salud que le ha empujado a pasar la Nochebuena lejos de su familia e ingresada en un hospital. Según ha informado la propia artista en su cuenta de Instagram, el pasado jueves era ingresada tras acudir al centro médico al intuir que algo no iba bien al tener problemas para cantar, oír e incluso andar en línea recta. Los médicos le diagnosticaron el síndrome de Ménière, una enfermedad que afecta al oído, provoca vértigos y que, además, le podría causar una pérdida intermitente de la audición, algo que afectaría irremediablemente a la trayectoria musical de la británica.
“Sé que mucha gente lo padece y, de hecho, muchas personas se acercaron a mí y me dieron buenos consejos, así que me quedé en silencio. Ahora es la primera vez que puedo cantar y soportarlo. Extraño mucho cantar y estar cerca de alguien”, explicaba lo ocurrido a sus más de 9 millones de followers en Instagram. “De hecho, podría ser mucho peor. Estoy muy agradecida por mi salud. Me llegó por sorpresa, pero me alegro de haber ido temprano. Rápidamente se dieron cuenta de lo que era y obtuve el medicamento correcto para hacerme sentir mucho mejor”, recordaba cómo los especialistas le habían ayudado a paliar las molestias que presentaba.
De la misma forma, ha querido relatar algunas de las situaciones que ha vivido desde que sufriera este episodio. “Ahora estoy viendo ‘Gambito de Reina' con el dedo en mi oído. Vi el primer capítulo cuatro veces porque no puedo concentrarme y mi oído suena como si alguien entrara y encendiera un secador de pelo”, detallaba en un post de Instagram. No es la primera vez que Jessie J sufre un bache de salud importante. Cuando tenía once años le diagnosticaron un ritmo anómalo en los latidos del corazón y, recién cumplida la mayoría de edad, esto le originó un pequeño derrame cerebral.
La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído interno que causa episodios de mareos, silbidos, dolor, zumbidos o presión en, la mayoría de casos, uno de los dos oídos. El origen está en un incremento del líquido endolinfático en el oído interno afectado por este mismo trastorno. Esta enfermedad puede sufrirla cualquier persona, pero se presenta de forma más habitual entre los 40 y los 60 años.
A esto deberíamos añadir que estamos hablando de un trastorno con un diagnóstico complicado y que debe mantener un seguimiento continuo por parte de los especialistas, ya que acostumbra a derivar en una pérdida auditiva. El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación estima que en la actualidad hay unas 615,000 personas diagnosticadas con la enfermedad de Ménière y que cada año se añaden 45,500 nuevos casos. A pesar de que no existe una cura, hay algunos tratamientos que mejoran el diagnóstico.
Otro de nuestros rostros conocidos, Carme Chaparro, ya visibilizaba esta enfermedad, a la cual habría hecho frente desde que tiene uso de la memoria. "Llevo muchos años [...] Me han hecho un montón de pruebas desde pequeña, he ido a muchísimos otorrinos y pasado por muchas perrerías desde que lo detectaron, cuando tenía unos doce años". La periodista hablaba con naturalidad sobre este tema y reconocía que no había tenido más remedio que resignarse y convivir con un pitido constante que le acompaña 24 horas al día. “De día es soportable. De noche no tanto. Por el oído derecho casi no tengo audición. Y no hay más remedio que acostumbrarse”.