Desde que supimos de la existencia de Ana Sandra, Alessandro Lequio siempre ha tratado de mantenerse firme en el silencio. El primer día que apareció en televisión tras salir a la luz la noticia prometió que jamás se pronunciaría sobre esta niña que luego supimos que es la hija póstuma de Aless (y por ende, su nieta).
Según narra Ana Obregón en 'El chico de las musarañas', fue el joven el que dos semanas antes de morir les pidió expresamente a sus padres que utilizasen el esperma que había congelado antes de empezar su tratamiento contra el cáncer para cumplir su deseo de traer a este mundo descendencia (aunque él ya no formase parte de él). Sin embargo, solo ella ha sido la encargada de llevarlo a cabo.
La vuelta de la actriz a Madrid, concretamente su reaparición en la presentación de este libro que narra los últimos tres años de vida de su hijo, ha reabierto esta dinámica de tensiones entre los padres de Aless Lequio.
Mientras Ana alegaba en rueda de prensa que solo ella sabía de la intención del joven de escribir un libro porque estuvo "siete meses sola con él en Nueva York" durante el proceso, dejando fuera de la ecuación a su ex, él denunciaba el blanqueamiento que estaba haciendo de una historia "de terror" como fue la muerte de su primogénito. Ahora sí, la contienda nunca ha ido más allá de un mero intercambio de dardos.
¿Por qué Lequio no termina de enfrentarse directamente a Obregón, que en varias ocasiones le ha dado la oportunidad de contestarla y compartir con el público su versión? La respuesta definitiva la ha dado este lunes en el sofá del club social de 'El programa de Ana Rosa', donde por fin ha verbalizado el motivo de peso por el que está manteniendo esta llamativa postura:
Una posición de la que ya le advirtió Aless en vida y que nada tiene que ver con esas tres voluntades de escribir un libro, tener un hijo y continuar con la fundación que lleva su nombre de las que Ana siempre habla en público. "Este era el gran deseo de nuestro hijo", ha reivindicado.