Fue en mayo de 2020 cuando falleció Aless Lequio, el único hijo de Ana Obregón, fruto de la relación que la actriz mantuvo con Alessandro Lequio durante la década de los noventa. Lo hacía con veintisiete años y tras haber sido diagnosticado de un cáncer dos años antes. El joven empresario, cara conocida ya desde pequeño cuando aparecía con su madre mientras esta era perseguida por los paparazzi, ha vuelto a estar de actualidad en los últimos meses tras conocerse el nacimiento de Ana Sandra, su hija, genéticamente hablando. En la fecha en la que el joven hubiese cumplido 31 años, su madre se ha sincerado en Instagram.
La bióloga ha compartido en su perfil un vídeo en el que recopila fotografías antiguas de cuando Aless era un bebé y un niño, recordando la jornada en que nació, un día de San Juan. "Naciste en la noche más mágica del año y te convertiste en el mago que hechizó a todos los que tuvieron la suerte de conocerte. Desde ese dia mi vida es tuya, te pertenece Aless", ha asegurado en el texto que acompaña a la publicación.
El emotivo mensaje a su hijo ha hecho hincapié en aquello que, en sus propias palabras, mantiene a Ana con vida: conseguir los sueños que el joven no pudo realizar. Ana le ha felicitado el cumpleaños, y ha asegurado que, esta noche, Anita y ella recordarán al "amor de su vida": "Esta noche soplaremos las velas juntas contigo en tu tarta de chocolate favorita, lo haremos con infinito dolor y amor… y el cielo brillará más que nunca", ha concluido.
El hijo de la bióloga madrileña y el aristócrata italiano ha vuelto a estar en boca de todos en los últimos meses. Tras aquella impactante imagen inicial de Obregón saliendo del hospital en Miami con un bebé en brazos, se acabó sabiendo que se trataba de su nieta y no de su hija, y de que, con su gestación, la presentadora pretendía cumplir una de las promesas que hizo a Aless antes de morir, la de traer descendencia al mundo.
No era la única. Los otros dos deseos que el empresario formuló a sus padres también han terminado por satisfacerse. Uno de ellos era que su fundación "salvase vidas": un objetivo que su madre intenta cumplir al destinar a la misma los beneficios de sus compromisos profesionales. El otro, que se publicase 'El chico de las musarañas', el libro que Aless no pudo terminar, que Ana completó y que vio la luz hace un par de meses, convirtiéndose en un superventas tras su lanzamiento.
La publicación ha servido para conocer en profundidad cómo fueron los últimos meses de vida de Lequio. Las páginas escritas por él revelan su experiencia al sentir la cercanía de su propio final, así como detallan, por ejemplo, la verdadera relación entre Ana y Alessandro.