Las nuevas generaciones reconocen a Pedro Garcia Aguado, pese a hacer historia en el waterpolo, por ejercer de coach en "Hermano mayor". En este programa, el madrileño se dedicaba a asistir a jóvenes y familias en conflicto por diversos motivos: agresividad, falta de motivación laboral, falta de rumbo en la vida, o el consumo de drogas. Este último fue un obstáculo que él mismo superó en su vida, incluso cuando era un destacado deportista de élite.
Un delicado asunto que he abordado en múltiples ocasiones, con el objetivo de crear conciencia, tras haberse visto obligado a abandonar su trayectoria deportiva debido a su adicción a las drogas y el alcohol. En 2003, decidió ingresar en un centro de rehabilitación al percatarse de que había tocado fondo. Esta experiencia fue lo que le impulsó a formarse como terapeuta y ayudar a jóvenes que estaban pasando por situaciones similares y necesitaban apoyo.
En este contexto, Pedro recordaba en 'Generouser', canal de Mtmad presentado por María Amores, cómo mantuvo una conversación importante con una de sus hijas sobre este tipo de sustancias tras encontrarse por casa una aparato para triturar marihuana. Consciente de su pasado oscuro y de los peligros que pueden surgir debido a las adicciones, Pedro se ha esforzado por educar y proteger a sus hijas, sin establecer límites y depositando su total confianza en ellas.
"Mis hijas empezaron a relacionarse con un grupo y recuerdo que un día vi en mi casa que había un dispositivo para picar la marihuana. Yo me preocupé y dije a mi hija, a una de las dos: 'mira, yo no sé si has empezado a consumir o no, creo que no porque tu actitud no me demuestra que lo hayas hecho, pero sí que quiero que la casa sea un sitio libre de estas sustancias porque ya sabes lo que le pasó a papá... No te voy a prohibir que vayas con esa gente, porque yo confío en ti", hizo saber a la joven.
Pedro enfatizó en este formato que establecer un vínculo sólido y de confianza entre padres e hijos es esencial para el desarrollo y bienestar de los jóvenes. "Lo importante es que nuestros hijos sepan que confiamos en ellos. Muchos padres y muchas madres dicen: 'es que mi hijo fuma y tal porque van con ellos'. Y yo digo: 'no, es que a lo mejor tu hijo va con ellos porque él también fuma'. Es duro porque tú ves que en el grupo no te gustan unos cuantos, pero es que hay otros que no son malos y entonces se equilibra. Lo importante es confiar en ellos", reiteraba.