Han pasado cuatro meses desde que Ana recibió una de las noticias más especiales de su vida. Y tres años de la peor imaginable. Desde que se supo que la actriz había traído al mundo por medio de un proceso de gestación subrogada a la hija póstuma del fallecido Aless Lequio hemos sido testigos del renacer de Obregón.
De estar sumida en la tristeza más absoluta, la bióloga más vip del panorama nacional vio en su nieta la oportunidad de recomponerse e iniciar un nuevo capítulo vital de su mano. Siempre con el recuerdo de su adorado hijo presente. Esto, que la pequeña 'conozca' a su padre biológico a pesar de que ya no estaba en este mundo cuando nació, es uno de los principales retos que se ha marcado a la hora de educarla. Y el vídeo que abre esta noticia es la prueba palpable de ello.
En su último acto público, Ana Obregón recreó ante la prensa la conversación que mantiene cada noche con la recién nacida. Con la espontaneidad que siempre ha caracterizado su forma de ser, la creadora de 'Ana y los siete' apostilló que la niña "no entiende" nada de lo que le expresa y que tiene que ver con Aless Lequio. Pero con el tiempo, como bien dejó claro, sí que lo hará, y no cesará en contarle todo lo bueno que hizo el joven en vida.
Ana y Anita se encuentran juntas en Mallorca, su tradicional destino vacacional. También el refugio en el que se escondió para sobrellevar el duelo por la muerte de Aless y donde escribió 'El chico de las musarañas', uno de los fenómenos literarios del año en el que se narran sus últimos años de vida.
Desde ahí, a donde viajó poco antes de volver a España con la recién nacida, la actriz compartió con sus seguidores de Instagram, que son un importante apoyo para ella en estos momentos, lo que le dijo a su hijo antes de su marcha. Una carta dedicada su nieta en la que le asegura que sus manos "siempre estarán juntas a pesar de todo y contra todos". "Te cuidaré con el mismo amor infinito que di a tu padre, como se lo prometí", le contó.